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Pese a las traiciones todo quedó en familia
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Tras su mejor esfuerzo le piden la renuncia
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Por fin, sale el peine en el Cereso
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Monreal ya parece “chimoltrufio”
En una elección de pronóstico reservado Brighitte Granados De la Rosa resultó electa presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena para el periodo 2022-2024.
Brighitte es sobrina de Juan Carlos Loera de la Rosa actual delegado para los programas para el Bienestar en el estado de Chihuahua.
La nueva dirigente de Morena se impuso a la regidora Ana Estrada, candidata impulsada por el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, con apenas cinco votos. El marcador final quedó 47 votos a favor de Granados contra 42 de Estrada.
Aunque fueron sólo cinco votos de diferencia como decía Artemio Iglesias cada voto cuenta.
A pesar de que quedó muy dividida la jerarquía Morena, ya que Hugo González impulsado por el crucismo ganó la presidencia del Consejo estatal. Omar Holguín se impuso en la secretaría general y obtuvieron la Secretaría de Organización.
Sin embargo, en la política mexicana y Morena no es la excepción, la presidencia es el gran poder que decide casi todo en un partido político, no se diga en Morena que se manejan a base de tlatoanis.
El equipo Loerista obtuvo la Secretaría de la Mujer y la nada despreciable Secretaría de Finanzas. Por lo que en un balance del día de ayer de elecciones se puede concluir que el factótum Loera se impuso al crucismo.
Vale recordar, como la tercera en discordia, la expriísta y exserranista Mayra Chávez impulsada por la secretaria del Bienestar Adriana Montiel se tuvo que hacer a un lado de última hora ya que no contaba con las canicas suficientes ni siquiera para llegar a primera base.
Esto dejó el campo abierto para el encontronazo entre loeristas y crucistas, imponiéndose finalmente los primeros.
El camino es aún largo para el 2024 y tanto a Cruz como a Juan Carlos Loera les queda claro que el gran Tlatoani de Morena decidirá desde Palacio Nacional quién avanza, quién se queda y quién retrocede, una vez pasadas las elecciones del 2023.
Sin embargo, no se puede desdeñar este gran paso que dio el equipo del delegado aún sin el apoyo de su exmadrina y exconsejera Adriana Montiel.
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Transporte público en Chihuahua se ha convertido en un mar infestado de tiburones y es que entre los transportistas y sus malas artes al más calvo le arrastra el pelo.
Durante ocho meses el juarense Ricardo Tuda hizo un extraordinario esfuerzo para tratar de poner orden en el transporte de rutas, en el transporte de personal, en el transporte escolar, en el BRT 1 y el BRT 2, pero al final del día salió de la dependencia.
No fue cosa menor dado que los intereses de los lagartones del transporte son diversos y muy poderosos, y como lo han hecho en sexenios anteriores, en el actual todos y cada uno de los minutos que lleva esta administración se han dedicado a presionar para obtener un incremento a las tarifas sin ofrecer nada a cambio, salvo el mal servicio que prestan desde hace decenios.
Ricardo Tuda tuvo que lidiar con innumerables grillas de afuera con los transportistas y de adentro con algunos funcionarios del gabinete estatal.
Y finalmente tuvo que renunciar argumentando supuestos motivos profesionales, aunque en el ambiente queda un fuerte olor a solicitud de renuncia por parte de César Jáuregui quien paradójicamente fue el que lo invitó a ocupar dicha dirección, pero no quiso o no pudo sostenerlo en el cargo.
Otra duda que queda en el aire es a quién le echó la culpa la Secretaría General de Gobierno de la circulación de un desplegado durante esta semana, en el cual los transportistas presionaban a César Jauregui para que aceptara el incremento de tarifa.
Lo único cierto es de que Tuda a pesar de su dedicación hoy está fuera del gobierno.
Quien se quedará en el interinato de la Dirección de Transporte es otro juarense, el ingeniero Luis Manuel Aguirre, quien tendrá que partirse en dos para cumplir con su responsabilidad en Juárez y estar atendiendo la Dirección en Chihuahua capital.
El inge debe parar muy bien las antenas porque dice el dicho mexicano que “cuando veas las barbas de tu vecino recortar pon las tuyas a remojar”.
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Y al que también renunciaron fue al director del Cereso No. 3 Francisco Javier Delgado Soto después de la gran reyerta que se suscitó en el penal el jueves 11 de agosto, en donde fueron utilizadas armas de fuego que nadie sabe cómo ingresaron al centro penitenciario, y que le costó la vida a dos internos y a un número indeterminado de heridos, oficialmente sólo se reconocieron a cuatro lesionados.
Mucho tendrá que explicar ante la autoridad del ejecutivo y del judicial el exdirector en comento ya que ya le abrieron expediente de investigación; no bastará con sólo haber dimitido, no vaya a suceder lo que pasa en el gobierno federal que con un enroque o una renuncia tratan de tapar los hoyancos de corrupción.
Da la impresión de que desde el gobierno del estado utilizaron una semana para que se borrara de la menta colectiva lo ocurrido el jueves negro, y después de este lapso solicitarle la renuncia al referido exdirector.
Los del gobierno del estado deberán acreditar fehacientemente ante la opinión pública el resultado de la investigación; dar a conocer lo que sucedió en realidad ese jueves funesto y así evitar que lamentable hecho no se convierta en una mancha más al tigre.
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Haciendo honor a su militancia Morena y desde la Paz Baja California Sur el aspirante que no es corcholata, Ricardo Monreal, tuvo otra de sus brillantes ocurrencias al decir que él es el tapado del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, aseguró que es el arma secreta electoral que tiene reservada AMLO para el 2024; con estas declaraciones Monreal descarta en automático a las corcholatas oficiales Claudia Sheinbaum Pardo, a Marcelo Ebrard y a Adán Augusto y se autoerige como el gran tapado, al puro estilo del PRI de los 70s.
Lo único creíble de estas expresiones monrealistas es que sigue sin ser considerado por el gran dedo decisor de Palacio Nacional; y sus ocurrencias ya suenan a chistes malhechos, aunque hay todavía un sector de la política de este país que siguen pensando que a Monreal lo conformarán con la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Lo que también es cierto es que su afán en llegar en ser inquilino de Palacio Nacional puede traer muchos damnificados políticos, sólo basta con echarle una mirada a algunos cargos del Seguro Social en Chihuahua y de la administración municipal en Ciudad Juárez.
