El Ejército mexicano reconoció que elementos dispararon contra civiles en Nuevo Laredo tras escuchar un “estruendo”, dejando abatidas a cinco personas.
Sin embargo, en su primera postura pública sobre el tema, la Secretaría de la Defensa Nacional no reportó haber decomisado armas en el lugar.
En un comunicado, Sedena dice que los hechos se registraron a las 4:50 de la mañana de este domingo.
Según la versión oficial, elementos que realizaban patrullajes en Nuevo Laredo escucharon “disparos de armas de fuego”, por lo que se acercaron a la zona.
Sedena afirma que los militares visualizaron una camioneta, que intentó evadirse al notar su presencia. Según esta versión el vehículo particular chocó y los elementos abrieron fuego tras escuchar un “estruendo”.
Así describió Sedena el encuentro con el vehículo:
“(los soldados) visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, cuyos integrantes, al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado.
De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego.
El Ejército dice que colabora con la investigación que ya realizan la Fiscalía General de la República y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, además de la Fiscalía militar.
Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, denunció la tarde del domingo la ejecución extrajudicial de cinco jóvenes a manos de elementos del Ejército mexicano.
En entrevista en Aristegui en vivo, afirmó que Sedena opera en impunidad, incluso en situaciones donde hay exceso en el uso de la fuerza.
Aristegui