excelsior.com.mx-Una linda historia de lealtad entre un ser humano y su mascota ocurrió en Colombia, en donde quedó demostrado que los animales son seres extraordinarios y que algunos son capaces de dar la vida por sus personas favoritas.
Todo ocurrió en el Hospital Universitario Nacional de Bogotá, en donde Miriam Bedoya, de 68 años, se encontraba en estado crítico tras sufrir un accidente cerebro vascular que la mantenía en estado de coma.
Sin embargo y contrario a los pronósticos médicos, la mujer logró despertar de manera milagrosa luego de la visita de su fiel compañero canino, “Dino”, un perrito de 12 años.
El lomito pudo acudir al lugar luego de que la familia de la mujer solicitó al hospital permitir la visita del peludito, así, los médicos permitieron que la mascota acudiera sin imaginarse que sería el inicio de una historia conmovedora.
De acuerdo con los especialistas, la mujer tenía un pronóstico reservado y muy pocas posibilidades de salir adelante, postrada e inmóvil, no mostraba respuesta alguna a estímulos, por lo que la familia propuso la visita de Dino.
Una visita milagrosa
Nadie esperaba que la visita del perrito cambiaría la situación de la mujer de manera drástica, y luego de un buen baño, tener las vacunas completas y no contar con heridas abiertas, Dino acudió a visitar a la mujer.
A pesar de la inmovilidad de la paciente, el perrito interactuó de manera conmovedora, saltando sobre la cama y lamiendo a su dueña. La reacción de Miriam fue notable, dejando a todos los presentes absortos ante el impacto de la visita.
El perro, en un acto de lealtad extrema, lamió a su dueña cerca de los aparatos que la mantenían con vida, desencadenando el despertar milagroso.
Pero esta bella historia dio un giro inesperado cuando, tras la visita de Dino experimentó un rápido deterioro en su salud. Al regresar a casa, el perrito mostró signos de debilidad y problemas musculares agudos, siendo encontrado sin vida 52 días después.
La familia de la mujer cree que el lomito simplemente dio su vida para salvar a su dueña, asegurando que sigue presente en el hogar a través de señales, como la visita de una mariposa blanca.