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Un fichaje de lujo en la suplencia del alcalde de Chihuahua
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Por fin MC da color con registro de candidatos a diputados
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La lucha interna que amenaza la campaña de Rogelio Loya
El alcalde Marco Bonilla ha estado presumiendo la reciente certificación de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) por la Comisión de Acreditación para Agencias de Aplicación de la Ley (Calea). Sin embargo, la realidad en las calles de aquella ciudad capitalina parece contar una historia diferente.
A pesar de los logros que se anuncian desde la oficina del alcalde, existe un déficit considerable de policías municipales. Los pocos que se encuentran laborando son utilizados para tareas administrativas, en lugar de estar en las calles protegiendo a los ciudadanos.
Esta situación se hace evidente cuando se observa la creciente inseguridad en las colonias. La presencia de elementos policiacos en los rondines es prácticamente nula. Tan solo la semana pasada, en el fraccionamiento CTM, al norte de aquella ciudad, se registraron tres robos a casas habitación. Los llamados de emergencia de los vecinos parecen caer en oídos sordos. Aunque el servicio del 911 es atendido de manera eficiente, la respuesta de los agentes policiacos deja mucho que desear.
La misma situación se repite cuando se trata de llamadas de emergencia para atender casos de violencia familiar. En lugar de responder de manera oportuna, los agentes prefieren perder el tiempo formando grupos bajo la sombra de un árbol. Mientras tanto, sus jefes se dedican a actividades sociales y políticas, y a presumir logros que, en la práctica, parecen innecesarios.
Es hora de que la administración municipal reconozca y aborde estos problemas. Los ciudadanos merecen sentirse seguros en sus hogares y en sus calles. La certificación de la DSPM por Calea debería ser un motivo de orgullo, pero sólo si se traduce en una mayor seguridad para todos.
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Y ya que andamos por chihuahuitas tierras, sin duda alguna, el alcalde Marco Bonilla ha sorprendido a todos con la selección de su suplente, el inge René Chavira Armendáriz. Para aquellos con buena memoria, recordarán que Chavira ya fue candidato a diputado y se desempeñó como director de Atención Ciudadana del municipio de Chihuahua hace poco más de una década.
Pero la figura de René Chavira es mucho más que el regreso de un panista a las lides de la grilla. Quienes lo conocen bien saben que actualmente ocupa una posición estratégica con los dueños del capital y generadores de miles de empleos en la capital del estado grande.
Por ello, Marco Bonilla ha logrado capitalizar sus buenas relaciones con el sector empresarial y ha realizado un fichaje de lujo para la suplencia en la presidencia municipal.
La presencia de Maru Campos, en su calidad de consejera nacional del PAN, en el registro de Marco Bonilla es sin duda el cerrojazo que se requería para acallar a aquellas lenguas viperinas que apostaban y apostaron durante más de dos años a la división entre la titular del ejecutivo estatal y el alcalde capitalino.
Las apuestas por una guerra que solo existió en sus cabezas se vieron acalladas y fracasadas, frente al hecho de que, como lo dijeron ambos, los dos vienen de un mismo equipo que ha gastado suelo, sudor y saliva para ganar los espacios al interior del PAN y además la simpatía de las y los chihuahuenses.
Sin duda, la candidatura de Marco fortalece a la gobernadora y a su vez al muy aclamado alcalde capitalino. Este movimiento estratégico demuestra una vez más que la unidad y la colaboración son la clave para el éxito en la política.
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Este fin de semana, en la Ciudad de México y ante las autoridades del Instituto Nacional Electoral, el Partido de Movimiento Ciudadano realizó los registros de sus candidatos a diputados federales y senadores de la República.
Entre los registros que más llamaron la atención se encuentran los de Erick Dour, registrado por el sexto distrito, Hellen García, que busca el noveno distrito con sede en Parral, y Bryan Lebarón, que se apuntó para el séptimo distrito.
Por otro lado, el Partido Verde Ecologista de México también hizo movimientos estratégicos. En alianza con Morena y el PT, representará los distritos 4, 8 y 9 con Alex Pérez Cuellar, Marco Quezada y Teresita de Jesús, respectivamente.
La consolidación de esta alianza federal fue lograda gracias a las estrategias y amarres del delegado Octavio Borunda, quien desde la Ciudad de México logró registrar a sus mejores perfiles.
Estos movimientos demuestran que la política es un juego de estrategia y alianzas. Los partidos buscan posicionar a sus mejores candidatos en los distritos donde pueden tener mayor impacto. Sin embargo, la última palabra la tienen los ciudadanos con su voto. Será interesante ver cómo se desarrolla esta contienda electoral.
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Cosas muy extrañas están pasando al interior del PAN municipal. Hay serios rumores de que nadie de dicho partido trabajará en favor de Rogelio Loya, aspirante del Frente por México para la presidencia municipal de la frontera. Los ánimos quedaron muy caldeados luego de la elección interna.
Comentan los enterados de la actividad en el blanquiazul que Óscar Ibáñez, el jefe de la Ultraderecha en Juárez, ha dado la instrucción a todos los de su cofradía para que se corra el rumor de que la elección está perdida.
La postura de Ibáñez es sumamente sospechosa, especialmente después de que se le ha visto en varios eventos públicos departiendo y charlando de manera muy animada con el alcalde Pérez Cuellar, que en este caso sería el rival por vencer por parte de Loya.
Loya no se identifica con la agrupación de Ibáñez y eso ha sido más que suficiente para que le empiecen a tirar al recaudador. Definitivamente, Loya la lleva de subida ya que tendrá que combatir a Morena y, de pasada, a los traidores de su propio partido.
Por el bien de los panistas sería bueno que se pongan a sumar y no a restarle a la campaña de Loya. La unidad y el trabajo en equipo son fundamentales para el éxito de cualquier campaña política. Es hora de que el PAN municipal lo recuerde.
