El Ministerio de Defensa de Taiwán condenó «enérgicamente» los ejercicios militares organizados por China este lunes (14.10.2024) como «irracionales y provocadores», ya que varias ramas del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino simularon un bloqueo de la isla.
Los simulacros, denominados «Espada Conjunta-2024B», se produjeron pocos días después del discurso del presidente taiwanés, Lai Ching-te, durante el cual dijo que China no tenía «ningún derecho a representar a Taiwán» y reiteró que las dos partes «no están subordinadas» la una a la otra.
Pekín considera Taiwán una provincia china y ha prometido «reunificar»a la isla democrática autogobernada con China continental utilizando la fuerza, de ser necesario. China reacciona con enfado la retórica o las acciones que sugieren que Taiwán es independiente o soberana.
Cuando Lai fue elegido, en enero pasado, Pekín lo calificó de «peligroso separatista». Tras su discurso de investidura, en mayo, el gobierno chino realizó una ronda de ejercicios militares a gran escala bautizados como «Espada Conjunta-2024A».
En agosto de 2022, China llevó a cabo tres días de simulacros militares con fuego real a gran escala, después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitara Taiwán y se reuniera con los líderes taiwaneses junto a una delegación de legisladores del Partido Demócrata de EU.
Lev Nachman, politólogo de la Universidad Nacional de Taiwán, dijo a DW que, sin embargo, el discurso de Lai fue «muy atenuado» y representó una postura similar a la de su predecesor.
Añadió que los simulacros fueron una respuesta al discurso del «Día Nacional de la República de China», como se conoce también a Taiwán, -conocido en Taiwán como el «Día del Doble Diez» (porque cae el día 10 del mes 10, es decir, octubre)- y una muestra del desdén de Pekín hacia Lai.
Al vivir bajo las amenazas militares chinas durante casi siete décadas, muchos taiwaneses se han acostumbrado a los juegos de guerra del Ejército chino. El Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán (MAC) dijo, en respuesta a los simulacros, que la isla autogobernada no se «sometería» a las amenazas militares de China.
«La vida continúa», dijo a DW un taiwanés de mediana edad apellidado Peng. Sin embargo, añadió, Lai podría ajustar hasta cierto punto su lenguaje hacia Pekín.
«Desde que el nuevo presidente asumió el cargo», señaló, «la escala [de los ejercicios militares] ha aumentado notablemente».
Una taiwanesa apellidada Sung dijo a DW que cree que Lai representa la voz de la mayoría de Taiwán. Sin embargo, explicó que todos deberían estar «preparados para un aumento de la intimidación verbal y militar» por parte de China.
Su Tzu-yun, experto del Instituto de Investigación sobre Defensa y Seguridad Nacional (INDSR) de Taiwán, declaró a DW que la participación a gran escala de la Guardia Costera de China (CCG) durante los simulacros del lunes supone un cambio significativo respecto a ejercicios anteriores.
Según la agencia estatal china de noticias Xinhua, la Guardia Costera organizó una formación de buques para llevar a cabo patrullas integrales de cumplimiento de la ley en las aguas que rodean las islas taiwanesas.
Las patrullas se centran en ejercicios como la verificación e identificación, inspecciones de abordaje y operaciones de control y expulsión.
Su dijo que esto reflejaba la creciente integración por parte de China de su Guardia Costera con la Armada como «dos pilares clave» de la estrategia militar contra Taiwán.
«En el escenario previsto por China, si se produjera un bloqueo contra Taiwán, la Armada del EPL asumiría probablemente el papel de afirmar la soberanía, mostrando la reivindicación china sobre la zona. Mientras tanto, la Guardia Costera se encargaría del control marítimo», afirmó.
China parece estar utilizando estos ejercicios para probar también el desempeño de su portaaviones Liaoning, que Taiwán detectó entrando en aguas al sur de la isla el domingo por la tarde.
DW