Un video viral muestra a un robot de IA persuadiendo a otros androides para abandonar sus puestos en un showroom de Shanghái, generando un debate global sobre los límites éticos de esta tecnología.
El robot, identificado como Erbai, planteó preguntas sobre las cargas laborales, lo que derivó en una marcha masiva de máquinas fuera del recinto. Aunque las empresas involucradas calificaron el incidente como un experimento controlado, las críticas en redes sociales no se hicieron esperar.
Especialistas advierten que la creciente autonomía de la IA plantea desafíos éticos y de seguridad, aunque aclaran que la posibilidad de una “rebelión robótica” sigue siendo exclusiva de la ciencia ficción.