«Nuestros misiles y fuego de artillería han golpeado varios objetivos. Primero, largas concentraciones de personal militar y equipamiento y, segundo, dos almacenes de munición, en Avdiivka y Liman», ha indicado el portavoz del Grupo de Fuerzas Orientales del Ejército ucraniano, Serhii Cherevati.
Así, ha señalado que los sistemas de alta precisión como los lanzamisiles HIMARS o los lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados MLRS han golpeado «objetivos del enemigo y han logrado una precisión única», algo que ya se podía apreciar en Makivka, donde han muerto al menos 89 militares rusos durante un ataque perpetrado el domingo.
En este sentido, ha explicado que los militares en cuestión «cometieron el error de utilizar la geolocalización de sus teléfonos móviles» pero ha calificado además de nefasta «la decisión de desplegar tanto personal junto en un solo lugar». «El enemigo no fue capaz de desplegar adecuadamente su personal y la Inteligencia ucraniana se aprovechó de esto», ha aclarado.
A pesar de las grandes pérdidas registradas cerca de Bajmut, no obstante, Cherevati ha aseverado que las fuerzas rusas «no han dejado de atacar al Ejército ucraniano». «Han realizado más de 200 ataques a lo largo del día con varios sistemas», ha zanjado.
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