El gobierno de Italia denunció una serie de ataques, presuntamente realizados por grupos anarquistas que protestan la detención de uno de sus líderes.
Durante la semana pasada, se reportaron actos como el incendio del auto de diplomático italiano en Berlín, el lanzamiento de una bomba molotov a una comisaría en Roma, y destrozos en el consulado italiano en Barcelona.
El gobierno dijo en un comunicado que estaba «siguiendo con preocupación y atención los nuevos casos de violencia contra (sus) funcionarios y representaciones diplomáticas», junto con la «violencia urbana» en Roma y Trento y otros incidentes.
Entre otras acciones que el gobierno persigue y atribuye a estas personas, se encuentra una bala enviada por correo al director de un periódico toscano.
«Tales actos no intimidarán a las instituciones, especialmente si el objetivo es obtener una suavización de las condiciones de detención de los responsables de actos terroristas», dijo el gobierno en un comunicado.
Milenio