El delantero neerlandés Quincy Promes, reconocido por sus actuaciones en el Spartak Moscú y otros equipos de renombre como Ajax y Sevilla, enfrenta una sentencia devastadora luego de que un tribunal en su país lo declarara culpable de tráfico de cocaína. La condena, de seis años de prisión, marca un giro oscuro en la carrera de este talentoso jugador.
A pesar de la gravedad de los cargos en su contra, Promes optó por no asistir al tribunal para conocer su sentencia, según confirmó un portavoz. Las demandas de extradición presentadas por la justicia neerlandesa fueron finalmente atendidas por las autoridades rusas, lo que llevó al futbolista a enfrentar la justicia en su país de origen.
La decisión del tribunal se basó en pruebas contundentes que vinculan a Promes con el envío de una carga de 1.363 kilogramos de cocaína desde Brasil hasta Países Bajos, a través del puerto belga de Amberes, en complicidad con un cómplice. Conversaciones interceptadas y mensajes cifrados, enviados bajo el alias de ‘Fantasma’, fueron determinantes en el fallo judicial.
Este no es el primer incidente legal en el historial reciente de Promes. En junio del año pasado, el jugador de 32 años y 50 veces internacional con la selección neerlandesa fue condenado a 18 meses de prisión por «tentativa de homicidio involuntario», después de haber apuñalado a un primo durante una reunión familiar en julio de 2020.
La sentencia de seis años de prisión representa un golpe devastador para la carrera deportiva de Promes, quien alguna vez fue aclamado como una estrella en ascenso en el mundo del fútbol. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la presión y las tentaciones que enfrentan algunos atletas de élite, así como la responsabilidad personal y las consecuencias de sus acciones fuera del campo.
