- Salais sigue en pie de lucha contra Cabada
- Un desayuno post-elecciones en la UACJ
- Entre el orgullo y el temor se vio Hernández Paz
- Los coqueteos de Ibáñez y Hernández Paz
La ahijada política de Adán Augusto López, la diputada federal juarense Andrea Chávez, ya quedó formalmente registrada como aspirante a una curul del Senado de la República. Así, ambiciosa y con algunas cualidades bien valoradas por los políticos masculinos, Andrea sigue buscando hacer crecer las ramificaciones de su carrera política.
Cual ambiciosa política y luego de protagonizar escándalos a nivel nacional con los excesos y derroches de recursos públicos, fruto de su acercamiento con el ahora ya olvidado ex secretario de gobernación, Andrea reorienta sus tallos para lograr la senaduría por el estado de Chihuahua.
No va a reparar en presiones a lo que queda del pobre tabasqueño, exaspirante a la silla principal de palacio nacional para que, con el remanente de su mellado capital político, se vuelque cuál caballero andante por su ahijada, en una última gesta heroica y le consiga su ansiado trofeo.
Por lo pronto, los recursos han fluido de manera evidente para posicionar su imagen en el público, por lo que casi de la noche a la mañana su nombre e imagen aparece en más de 600 bardas de Ciudad Juárez y varios costosos espectaculares a lo largo y ancho de la ciudad.
Esto es solo el comienzo: 600 bardas a 800 pesos cada una, nos da casi medio millón de pesos; 6-7 espectaculares a 80 mil por mes, nos dan otro tanto más por mes, a esto súmele los camiones, personal médico que brinda servicios a la población de Chihuahua a nombre de la diputada. ¿De dónde sale todo esto? Pues aún hay padrino.
Por otra parte, y al mismo tiempo, todo indica que su arte para las relaciones públicas hizo caer a varios de sus exprofesores universitarios para que firmaran un desplegado de apoyo, convenciéndolos de agregar toda la mayor cantidad de nombres posibles.
No sabemos quién fue el imprudente, pero con tal de quedar bien con la nueva princesa de la 4T, incluyó el nombre de renombrados académicos de la UACJ quienes sin pedirlo ahora forman parte del “selecto” grupo de fans de Andrea.
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El activista Jesús Salais, considerado como “el coco” de Armando Cabada, se apersonó ayer por la mañana en las afueras del Teatro Gracia Pasquel acompañado por algunos de sus seguidores, para seguir haciéndole la vida política de cuadritos al exalcalde independiente ahora diputado por Morena.
En el interior del teatro, Cabada rendía su segundo informe de actividades legislativas y abiertamente se promocionaba como aspirante a senador por Chihuahua.
Mientras en el exterior, su archienemigo Chuy Salais y varios de sus amigos protestaban con sendas mantas y cartulinas con leyendas como: “Fuera Cabada; Chihuahua no lo quiere de senador”, entre otras que decían sus verdades al exconductor de noticias.
Chuy Salais fue el que promovió la revocación de mandato en contra del expresidente municipal Armando Cabada, porque muchos fronterizos estaban muy desilusionados de su gestión de cinco años porque no hizo nada por la ciudad. Al contrario, la dejó con más baches de como la recibió.
El activista metió en serios aprietos políticos a Cabada y hoy esa sombra de la revocación de mandato todavía lo persigue; aunque nunca pudieron revocar el mandato al entonces presidente municipal Armando Cabada, pero sí le hizo mucho daño político y hoy todavía lo persigue.
Jesús Salais recordó como Cabada pagó millones de pesos al dirigente nacional de Morena Mario Delgado para obtener la diputación por la vía facilita o plurinominal.
Hoy Salais sigue en pie de lucha para seguir molestando como si fuera una piedra en el zapato del diputado federal, que seguramente tratará de hacer hasta lo imposible con el apoyo y el dinero de la familia Cabada para ser candidato de Morena a la senaduría.
Por cierto, Cabada ofreció una conferencia de prensa en chihuahuitas tierras el pasado sábado y no le fue muy bien con los medios de comunicación capitalinos, y es que a decir de Jesús Salais ya nadie lo quiere y menos en la Ciudad de Chihuahua.
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Los ecos de la pasada elección de consejeros técnicos y universitarios en la UTCJ todavía se siguen escuchando fuerte. Un día después de las elecciones, ganadores y no pocos de los perdedores se vieron las caras en el desayuno de entrega a reconocimientos por antigüedad laboral en la UACJ.
Una de ellas fue Lourdes Ampudia, del bloque Llerista, quien denunció las prácticas “tramposas” de la administración, ahora parecía otra persona. Se dejó ver en ese evento ya más serena, sonriente y saludadora.
Ella pasó a recoger su reconocimiento y cheque con una sonrisa de oreja a oreja, y no tuvo empacho alguno para saludar y hasta abrazar a quienes apenas hace unos días acusaba de ser una vuelta al pasado Duartista.
Finalmente, parece entender que luego de su aventura, lo que sigue es limar asperezas, si quiere mantenerse en la máxima casa de estudios.
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Por su parte, Juan Hernández Paz, el disidente director del instituto de ingeniería se vio sorprendido cuando el rector, Juan Ignacio Camargo Nassar, lo recibió con un fuerte abrazo y amplia sonrisa. A Hernández Paz se le notaba una extraña mezcla entre orgullo y temor.
Lo primero por haberse sostenido a hierro y sangre con sus consejeros, lo segundo por haber perdido todas sus aspiraciones e influencia en los demás institutos.
¿Habría pensado que finalmente su fuerza política se acaba de convertir en minoría no representativa con miras a la elección del 2024?
Como quiera que sea, muchos notaron como su rostro se iluminó al ver llegar al “representante de Maru Óscar Ibáñez. Ni tardo ni perezoso, Hernández Paz se desvivió en lisonjas a granel para el funcionario estatal, convirtiéndose prácticamente en su fotógrafo personal durante el evento.
Ibáñez ha estado muy al pendiente de los resultados de las elecciones de consejeros y ha dicho a sus allegados, más otros metiches, que dichos resultados le favorecen. Según dicen, hace alegres cuentas, dando por sentado que tiene en la “bolsa” 21 “canicas”: o sea, consejeros. Esto es, que, para ganar por la mínima mayoría, requiere solo un par de votos más, para lograr los 23 votos sobre 21 requeridos; y para ello confía en las artes de palacio para resolver la diferencia.
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Haciendo cuentas y observando actitudes en este pintoresco desayuno universitario, podemos adivinar que Ibáñez da por propios los 11 votos que controla Hernández Paz de ingeniería.
Definitivamente los mutuos “coqueteos”, que entre ambos fueron muy evidentes, así como la larga conversación que sostuvieron al final del evento, nos dan la certeza de que se afianza la alianza entre ambos.
Sin embargo, aún nos quedaría una gran duda: ¿Cuál será el segundo director que le entregará los 10 votos restantes? Para quienes conocen a los personajes, creo que la respuesta se podría dividir en dos posibilidades. ¡Hagan sus apuestas señoras y señores!
