Los ministros de Exteriores de la Unión Europea buscarán este lunes aprobar una nueva tanda de 500 millones de euros del fondo para suministrar armamento a Ucrania, la séptima desde el inicio de la guerra, aunque Hungría amenaza con vetar la decisión.
La jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, ha asegurado este domingo que el país no “se opondrá” a la voluntad de Polonia de suministrar tanques Leopard a Ucrania si Varsovia pide autorización, algo que aseguran que no se ha producido todavía.
“Si nos plantearan el asunto, no nos opondríamos”, ha declarado la ministra del partido de los Verdes, que gobierna en coalición con los socialdemócratas de Olaf Scholz.
Las declaraciones de Baerbock se han producido pocas horas después de que el canciller alemán, Olaf Scholz, volviese a evitar pronunciarse sobre el envío de los Leopard alegando que esta decisión debe tomarse “en estrecha concertación” con los aliados.
Ante el rearme que planean los países aliados, el presidente de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, ha afirmado a través de su canal de Telegram que entregar armas ofensivas a Kiev conducirá a una “catástrofe global”.
Además, ha advertido de que, si Washington y los países miembros de la OTAN suministran armas “que se utilizarán para atacar ciudades pacíficas”, estas acciones llevarán a una “represalia con armas más potentes”.
ElPaís