Por Eduardo Borunda
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) tiene en sus antecedentes históricos las grandes proezas de enfrentar a una sociedad que se abrió paso en el desierto, se construyeron aulas, pero también sueños que a más de 50 años de erigirse cimentaron el espacio para la investigación, la cultura, la academia y la formación de profesionistas que son un orgullo de quienes viven en esta tierra donde dijo un cantautor es la frontera más bella del mundo.
Los festejos del medio siglo de vida universitaria, así como el propio informe que se presenta ante el Consejo Universitario y aglutina a la clase política de la ciudad fronteriza recobra especial interés ya que es también la apertura de la carrera por la silla de Rectoría y en la que se han sumado en la contienda a directores de institutos y funcionarios de primer nivel de la propia institución, funcionarios estatales, docentes, investigadores y algún que otro despistado de la vida diaria.
El camino es claro, deberán bailar al son de la música que el viernes 13 de octubre se escuchará en el río bravo que supera las expectativas por un interés muy especial, festejar en grande en un recinto donde los goles se corean y que será sin dudas el espacio más concurrido que desearía cualquier político y gobernante por la dimensión de traer hasta la mejor frontera de México a un grupo que hace que los corazones se alegren: Los Ángeles Azules.
El informe del Rector será motivo de análisis, asistirán quienes en verdad quieren estar en la foto de la entrega de una estafeta, saben que el primer paso es colarse a la terna, a la cual se han enfocado durante años para garantizar que la propia Universidad siga su marcha, el factor político debe quedar fuera, el grito desesperado por la autonomía universitaria deberá sopesar al momento de las grandes decisiones.
El Rector Juan Ignacio Camargo Nassar tiene control de la Institución, ha sabido sortear los malos momentos de algún incómodo incidente dentro de las aulas y fuera, los avances en los estándares de calidad son sus mejores cartas, rinde un informe con muchos indicadores que hacen que la UACJ esté en la mira nacional. Sopesado en sus palabras, no busca el reflector, al contrario, busca siempre que sean sus atletas, sus alumnos, sus docentes quienes ocupen el espacio que en función de sus méritos merecen.
El perfil del próximo rector debe ser considerado y consensuado. Académico, con trayectoria dentro de la Universidad, conciliador, buen administrador y sin peros que pongan en riesgo la estabilidad de la institución en función que estará el proceso electoral abierto cuando se elijan a los futuros consejeros universitarios constituidos en colegio cardenalicio y voten a favor de su próximo Rector para el periodo 2024 – 2030. La autonomía universitaria será en el discurso el arma contra intromisiones que tratarán de orientar en lo ideológico y en lo político el sentido del voto.
Larga vida a una de las instituciones que fue fundada hace más de 50 años y que se consolida como una de las más importantes del norte del país. La estabilidad universitaria hace que la historia sea clara con el mensaje “Por sus frutos los conoceréis” y los frutos hoy nos dicen que hay una misión cumplida “Por una vida científica, por una ciencia vital”. Felicidades a la UACJ y que sean muchos decalustros como el que se conmemora hoy en el campus universitario.
