El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visitó el sábado varias zonas de Pakistán asoladas por las inundaciones y pidió un mayor apoyo financiero mundial al final de un viaje de dos días destinado a sensibilizar sobre la catástrofe.
Las lluvias monzónicas récord y el deshielo de los glaciares en las montañas del norte provocaron inundaciones que han causado la muerte de más de 1.391 personas, arrasando casas, carreteras, vías férreas, puentes, ganado y cultivos.
Pakistán calcula los daños en 30.000 millones de dólares y tanto el gobierno como Guterres culparon de las inundaciones al cambio climático.
«Hoy es Pakistán, mañana podría ser tu país, vivas donde vivas. Esta es una crisis global (…) requiere una respuesta global», dijo Guterres en una conferencia de prensa al final de su visita.
Enormes zonas del país siguen bajo el agua y cientos de miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. El gobierno afirma que la vida de casi 33 millones de personas se ha visto alterada.
Los residentes y el personal sanitario están preocupados por el aumento del número de niños que padecen gastroenteritis y otras enfermedades, ya que muchos se ven obligados a beber agua contaminada de las inundaciones.
Tras sobrevolar vastas extensiones de tierra inundada, Guterres se reunió con personas desplazadas por las inundaciones en el sur de Pakistán.
«Inimaginable», dijo mientras observaba la devastación desde el aire, sentado junto al primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, en unas imágenes compartidas por el ministro de Información del país.
En declaraciones a los periodistas en la ciudad sureña de Karachi, Guterres dijo que la comunidad internacional debe hacer más para ayudar a los países más afectados por los efectos del cambio climático, empezando por Pakistán.
«He visto muchas catástrofes en el mundo, pero nunca había visto una carnicería climática de esta magnitud», afirmó.
Reuters