La policía de Los Ángeles, California, Estados Unidos, abatió a un joven de 19 años que llevaba un rifle de aire comprimido.
Los hechos ocurrieron el 17 de septiembre, cuando el joven Luis Herrera solicitó la presencia policial por un presunto caso de violencia familiar.
Al llegar los policías, el joven salió llevando un arma negra, apuntando directamente a los oficiales, quienes le pidieron que la dejara.
Los hechos se sucedieron rápidamente: el joven avanzó, los policías se cubrieron y abrieron fuego.
La investigación determinó que el rifle era de airsoft, que dispara proyectiles de plástico. La policía también le encontró una pistola, que funciona con el mismo mecanismo.
Los elementos que participaron en el operativo están bajo investigación y la familia analiza las acciones legales a seguir.
La policía de Los Ángeles se comprometió a revisar si el uso de fuerza letal cumplió con las políticas y procedimientos.
Aristegui