Una gran cantidad de personas de todas las edades dejaron a un lado las penurias de esta isla en crisis económica para rendirle tributo a Ernesto ‘Che’ Guevara, quizá el símbolo más trascendente de la revolución encabezada por Fidel Castro en Cuba, que hoy se debate entre la continuidad y la debacle.
Amado hasta la devoción u odiado sin límites, ese singular argentino devenido cubano tras el triunfo de la lucha armada en 1959 está presente en la vida del país caribeño desde la niñez. “¡Seremos como el ‘Che’!”, corean cada mañana en la primera enseñanza de las escuelas públicas los bisoños estudiantes.
“¡Villaclareños, cubanos, Hasta la victoria siempre!”, fue lo único que dijo el presidente Miguel Díaz-Canel, evocando una consigna de combate del ‘Che’, en el acto oficial de homenaje efectuado en el mausoleo que guarda los restos del guerrillero y de sus compañeros caídos en Bolivia, situado en Santa Clara, capital de la provincia central de Villa Clara.
Díaz-Canel estuvo acompañado entre otros dirigentes por el comandante Ramiro Valdés, de 90 años, lugarteniente del ‘Che’ en la liberación de Santa Clara de la dictadura de Fulgencio Batista en 1958 y organizador del traslado de sus restos desde el país suramericano.
Después de la ceremonia, este domingo se efectuaron trabajos voluntarios en la recuperación de las cuatro provincias del occidente afectadas por el huracán Ian hace 12 días, práctica iniciada también por el argentino-cubano.
Guevara fue capturado herido en un lugar perdido de la selva boliviana el 8 de octubre de 1967 y asesinado al día siguiente. “Siguió el tiroteo prolongado (…) Oculto parcialmente detrás de una gran roca en el medio de un sembrado de papas, el ‘Che’ disparó su carabina M-2 hasta que un proyectil le dio en el caño y la inutilizó”, describió ese momento el periodista estadunidense Jon Lee Anderson.
Para llegar a su ubicación, captura y asesinato, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos recurrió hasta la principal carta de inteligencia de que disponía entonces, según documentos desclasificados.
“La orden de enviar un equipo de las fuerzas especiales para cazar al ‘Che’, se había dado después de la que la CIA obtuviera las fotos realizadas desde un avión espía tipo U-2. Este pájaro invisible había realizado sus primeros vuelos en 1956. Su existencia saltó a las primeras páginas de la prensa mundial el primero de mayo de 1960, cuando los soviéticos abatieron un ejemplar sobre su territorio, causando una gran tensión entre las dos naciones”, escribió el investigador colombiano Hernando Calvo Ospina
Para sus enemigos, el ‘Che’ era una especie de cáncer que debía ser extirpado de raíz a fin de evitar metástasis sociales y políticas, de ahí su asesinato un día como hoy, las manos cortadas con vista a confirmar su identidad y la desaparición de sus restos por miedo a que él se transformara en símbolo. Los despojos fueron encontrados 30 años después.
Sus admiradores sin embargo lo consideran “el ejemplo más puro de aquellos que entregan hasta la vida por cambiar el mundo”, desde que renunció a todos su cargos y privilegios tras el triunfo de la revolución. “Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”, le escribió a Fidel Castro.
En Cuba, son muchas las leyendas generadas por su personalidad, no solo de guerrero. “Corrían los años 60, él era ministro de Industrias y en una de las reuniones que solía hacer con los trabajadores, uno de ellos se paró a decirle que él no podía saber los problemas que pasaba la gente (había comenzado la guerra no declarada de Estados Unidos contra la isla) porque los ministros tenían asignaciones especiales”, dice una de ellas.
Y concluye: “Él no respondió, pero terminada la reunión llamó a Aleida ( March, su esposa cubana) y ésta le dijo que sí, que él como los demás ministros tiene asignaciones especiales de recursos, e inmediatamente le dijo, ¡Tenía!, porque a partir de hoy se acaban esas asignaciones. Varios días después volvió a la misma fábrica, hizo que convocaran a todos los empleados, incluido el crítico, y en público le dio la razón, le agradeció la alerta y le informó que en su caso las asignaciones especiales habían terminado”.
Milenio
