El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emitió una serie de recomendaciones para el cuidado del adulto mayor dentro del hogar.
La coordinadora de Prevención y Atención a la Salud, doctora Laura Guadalupe Loeza Montero, manifestó que es importante poner atención en el cuidado integral de las personas mayores de 60 años, toda vez que son más vulnerables a tener problemas en su salud, tanto física como emocional.
Destacó que la tercera edad está expuesta a distintos riesgos, los que dependerán de la situación física y psicológica de cada persona, por lo que, resaltó es necesario que los cuidadores de los adultos mayores tomen en cuenta las recomendaciones en los siguientes aspectos:
Higiene Corporal:
La limpieza debe de realizarse, tanto en adultos mayores sanos como en enfermos.
Cuidados de la piel:
La piel del adulto mayor se vuelve cada vez más frágil, más seca y menos elástica. Hay que tomar mucha atención en que no permanezcan mucho tiempo en cama, ya que su poca movilidad permite una menor circulación de la sangre, dejando notar algunas lesiones en la piel denominadas “escaras”. Para prevenirlas, se deben realizar cambios de posturas del adulto mayor cada 2 a 3 horas, permitiendo así, mayor movilidad.
La alimentación:
Es importante brindarles una dieta equilibrada que les permita desarrollar sus actividades diarias y mantener un estado de salud satisfactorio. Es aconsejable que la última comida que consuma el adulto mayor sea muy temprano en la noche, de esta forma podrá dormir tranquilamente.
Evitar las caídas: algunos consejos para prevenirlas son:
Mantener una buena iluminación en escaleras, baño, cocina y dormitorio.
Reparar mobiliario y utensilios poco estables.
Agregar pasamos o barandas en escaleras, baños y pasillos.
Utilizar alfombras antideslizantes.
Los baños y las camas no deben ser bajos.
Evitar que las mascotas se acerquen a ellos mientras se desplazan.
No dejar objetos en el suelo.
Los muebles deben pegarse a las paredes.
Además, es recomendable realizar actividades relajantes como leer, escuchar música, rezar; así como recurrir periódicamente con su médico para una revisión y seguimiento a su estado de salud.
