El balance provisional tras el corrimiento de tierra de la madrugada del sábado en la isla de Ischia, al sur de Italia ascendió este domingo a tres muertos tras el hallazgo del cadáver de una mujer, mientras se sigue buscando a nueve desaparecidos, confirmaron a EFE fuentes oficiales.
El cuerpo sin vida de esta mujer, una anciana aún por identificar, se une al de una niña de 5 o 6 años encontrado poco antes y a otro confirmado el sábado, el de Eleonora, de 31 años y que vivía en el lugar del desastre con su novio, cuyo paradero aún se desconoce.
La isla de Ischia, frente al Golfo de Nápoles, registró la noche del viernes lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y un corrimiento de tierra que arrastró violentamente todo a su paso en la zona del municipio de Casamicciola Terme, en su vertiente norte.
Una parte del monte Epomeo cedió y alcanzó varias casas de la localidad, que están siendo rastreadas con mucho esfuerzo y dificultades por los equipos de emergencia, reforzados con unidades llegadas desde Nápoles, de otros puntos y las Fuerzas Armadas.
Los cadáveres están siendo depositados en el tanatorio del hospital Rizzoli de la cercana localidad de Lacco Ameno, en Ischia.
Los equipos de rescate se afanan en buscar señales de vida en la Vía Celario de Casamicciola, el barrio más perjudicado por el desplome, a los pies de la montaña.
Los desaparecidos de los que no se tiene noticias son «entre 10 y 12», explicó el delegado del Gobierno en Nápoles, Claudio Palomba.
Entre los desaparecidos están los padres de la niña muerta, Gianluca y Valentina, y sus otros dos hijos, según avanzan los medios locales.
Otra familia cuyo paradero se desconoce y que vivía en la zona más damnificada está compuesta por Giovanna y Maurizio y el hijo de ambos, de solo un mes de vida.
Los otros dos desaparecidos son el novio de Eleonora, la primera víctima confirmada, y una mujer de nacionalidad búlgara llamada Nina que vivía en ese barrio y que tampoco ha sido localizada.
En la búsqueda se están usando perros para rastrear señales de vida bajo los escombros, mientras un barco de la Guardia Costera busca la costa, donde fueron arrastrados numerosos coches y hasta autobuses.
ElUniversal