El Gobierno de República Centroafricana ha informado este lunes de que un avión bombardeó en la noche del domingo la base de las fuerzas de defensa centroafricanas y las de sus «aliados» rusos en la ciudad de Bossangoa, situada en el oeste del país.
«Estos explosivos causaron importantes daños materiales», ha dicho el Gobierno en un comunicado, en el que ha explicado que, tras bombardear el campamento militar, así como una fábrica de algodón, la aeronave sobrevoló la localidad de Bouzum, capital de Ouham-Pendé, tras lo que tomó «rumbo al norte» antes de «cruzar las fronteras».
Asimismo, ha indicado que ha abierto una investigación judicial con el fin de recopilar toda la información disponible con el fin de repartir responsabilidades, agregando que «este acto innoble perpetrado por los enemigos no quedará impune».
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó «enérgicamente» el domingo un ataque perpetrado el 24 de noviembre en el aeródromo de Obo, en el sureste del país, que se saldó con la muerte de un miembro marroquí de la Misión Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana (MINUSCA).
La presencia de la misión de la ONU ha sido motivo de tensiones con el Gobierno centroafricano, cuyo presidente, Faustin-Archange Touadéra, ha defendido en varias ocasiones el despliegue de fuerzas rusas en el país para apoyar las operaciones del Ejército frente a la Coalición Patriotas por el Cambio (CPC).
El Grupo Wagner ha enviado mercenarios a varios países de África durante los últimos años –entre ellos Malí, Libia y RCA–, lo que ha provocado suspicacias entre varios países occidentales, especialmente Estados Unidos y Francia, por la implicación de Moscú en varios conflictos en el continente.
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