«Las fuerzas rusas han estado cumpliendo el alto el fuego a lo largo de toda la línea de contacto», ha asegurado el portavoz del Ejército ruso, el general Igor Konashenkov, en rueda de prensa recogida por Interfax.
Ucrania considera que la declaración del alto el fuego, que entró en vigor este viernes, no es más que una maniobra del Kremlin para ganar tiempo, y ya ha denunciado al menos un ataque ruso contra sus fuerzas a pesar del cese de hostilidades.
Concretamente, el gobernador de la región de Sumi, Dimitro Jivitski, indicó en su cuenta de Telegram que las Fuerzas Armadas de Rusia atacaron la localidad de Shaliginsk en dos ocasiones a lo largo de la jornada del viernes, si bien descartó que se hayan registrado víctimas.
La región de Sumi fue recuperada por las fuerzas ucranianas a principios de abril. Desde entonces, Rusia ha llevado a cabo diversos ataques aéreos contra la zona.
Asimismo, el gobernador ucraniano de Jersón, Yaroslav Yanusevich, ha denunciado este sábado que la región fue bombardeada por Rusia hasta en 39 ocasiones el viernes, entre ellos varios edificios residenciales y otra estación de bomberos, en unos ataques que dejaron al menos un muerto y siete heridos.
En Donetsk, el gobernador ucraniano Pavlo Kirilenko denunció que dos civiles murieron el viernes en Bajmut y en la ciudad cercana de Krasna Hora. Otros siete resultaron heridos, agregó.
El gobernador ucraniano de Járkov, Oleg Siniehubov, acusó a las tropas rusas de «aterrorizar» a los civiles en la región nororiental con nuevos bombardeos ocurridos durante este periodo de cese de hostilidades unilateral.
Konashenkov, por su parte, ha asegurado que el Ejército ruso «seguirá aplicando el alto el fuego», que continuará en vigor hasta la próxima medianoche, a pesar de que «el régimen de Kiev sigue bombardeando asentamientos y posiciones rusas».
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