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Sin querer queriendo le regalaron publicidad a Corral
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Bonos de Daniela Álvarez suben como la espuma
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El factótum Juan Carlos Loera sigue sin dar una
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La fuga de reos se convirtió en todo un batidero
El tema del incumplido exgobernador Javier Corral quien no pudo formalizar la inauguración de su librería Sándor Márai, por no cumplir con algunos permisos municipales a que está obligado todo negocio siguió dando de qué hablar.
El paseño fue la comidilla, pero con tan buen tino que la clausura de su librería, como dijo AMLO: “le cayó como anillo al dedo”, y es que ni aún habiendo proyectado hacerse propaganda política y publicidad a su establecimiento le hubiera salido tan bien.
Marco Bonilla, presidente municipal de Chihuahua mandó a Roberto Fuentes a operar la clausura unas horas antes del acto inaugural. Esa acción ha sido atribuida entre telones a una indicación del gobierno del estado.
Las opiniones de los analistas de café van y vienen, los grillos de la localidad critican a Corral por incumplir con la ley; pero a nivel nacional los medios y los líderes de opinión se han lanzado en contra de la autoridad del municipio de Chihuahua.
Una de las que cuestionó el acto fue nada más y nada menos que la mismísima primera dama Beatriz Gutiérrez Müller, otra fue la secretaria del Bienestar Ariadna Montiel, así como los senadores Gustavo Madero y Bertha Caraveo, y por supuesto el delegado de los programas del Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa.
Y fiel a su estilo Corral ha iniciado una campaña en el país victimizándose y haciéndose pasar por perseguido político de la gobernadora Maru Campos y del alcalde Marco Bonilla.
Es de resaltar que, en esta acción justificada desde el punto de vista legal y administrativa, no hubo por parte de la administración bonillista la menor prospectiva política de los alcances de su accionar que, de entrada, le dio publicidad al nuevo negocio y convirtió a Corral en víctima.
Cañonazos ya dará cuenta del final de esta novela política.
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Los líderes empresariales de esta frontera convocaron ayer a los diputados federales que dicen representar a Ciudad Juárez para tratar diversos temas, entre otros, el presupuesto federal 2023, la reforma electoral plan “B” y la agenda legislativa del próximo periodo ordinario de sesiones.
Pero resulta que, para variar, todos hicieron el desaire y solamente Daniela Álvarez acudió a esa reunión donde estuvo presente un centenar de empresarios a quienes dejaron con un palmo de narices.
Los diputados Armando Cabada, Hiram Hernández, Maité Vargas, Lilia Aguilar, y Daniel Murguía Lardizábal brillaron por su ausencia; pese a que Murguía y Cabada de Morena presumen venir del sector empresarial.
No se concibe que en pleno receso de la Cámara de Diputados y después de las vacaciones de fin de año, no hayan tenido el menor respeto por cumplir con su función de informar su actividad legislativa a un segmento importante de la sociedad juarense.
Los fronterizos ya verán el próximo año electoral a estos personajes muy activos buscando nuevamente el voto para reelegirse o para seguir colgados de la liana política.
Mientras tanto, los bonos políticos de la diputada Álvarez siguen subiendo como la espuma.
Esto deja en claro el perfil y de qué están hechos los diputados federales que dicen representar a los juarenses.
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Ni los nuevos vientos del 2023 refrescaron la pésima gestión del superdelegado del Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa; quedó demostrado durante este mes las enormes filas a los que son sometidos, a pesar del frío, los adultos mayores para recibir el apoyo económico de 65 y más.
Por si esto fuera poco, los jóvenes de nivel bachillerato que tramitaron una beca nomás se remolinaban en todos los municipios del estado y del país en busca de que les llegara el apoyo, el cual al parecer para Loera es un regalo, una dádiva graciosa del gobierno federal.
Pero como ha quedado demostrado tanto en lo político como en lo administrativo, éste delegado sólo le gustan las maduras y no las duras.
Sólo se aparece cuando tiene aseguradas tarjetas por entregar del Bienestar, y eso sí, sin lugar a dudas, dedica el mayor tiempo de todos sus días para andar haciendo grilla, peleando con sus compañeros de partido que no están en su proyecto a quienes les tiene una intensa animadversión.
Y a pesar de los pesares sigue soñando en que volverá a contender por la gubernatura en el 2027.
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Mientras en la mañanera de ayer nuevamente se echaban las campanas al vuelo por los recapturados de la fuga del Cereso 3 del pasado primero de enero, resulta que aquí los juarenses ven con estupor la capirotada en que se han convertido las declaraciones de Gil Loya, secretario de Seguridad Pública Estatal y del fiscal Chuy Carrasco en torno al tema.
Resulta que el fiscal de la Zona Norte ahora dice que no fueron 30 los evadidos, sino que fueron 26, ya que la lista de los presos no estaba actualizada por los traslados que se realizaron el año pasado a otros Ceresos. Hágame usted estimado lector el caborfavor.
Y además dicen que han sido recapturados 18, pero con precisión solamente dan 12 nombres y seis quedan en el limbo.
Pero por si esto fuera poco, ayer salió una madre de familia de uno de los internos a decir que su hijo está en la lista de los 30 reos evadidos, pero que dicho recluso en ningún momento participó en la fuga y continúa debidamente resguardado en el Cereso 3.
Esa es parte del tamaño de la desorganización que raya en el desastre en el que se encuentran los Ceresos en el estado que, a querer y no, continúan bajo la autoridad de la Fiscalía General del Estado.
Bien harían los de la Mesa de Seguridad Nacional que se reúnen todos los días con el presidente de la república en corroborar los datos que emiten en las mañaneras, porque cuando echan las campanas a volar solamente están demostrando fehacientemente lo que de todo mundo es conocido que, en este podio matutino, así como se manejan algunos datos también se manejan otros, y lo que queda claro, es que: “lo cierto es que quién sabe”.
