La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) aseguró el viernes que un método pionero propuesto por Ecuador para eliminar cocaína mediante la fundición con cemento y su encapsulación en celdas subterráneas es rápido, eficiente y respetuoso del ambiente.
En diálogo con The Associated Press, Luisa Fernández -coordinadora del Programa Regional Manejo Seguro y Eliminación de Drogas Incautadas y Precursores Químicos de la UNODC-, señaló que esa oficina regional ha recibido muchas solicitudes para conocer esta nueva práctica.
Destacó que el 17 de marzo está prevista una reunión en Quito con autoridades de Guatemala, Honduras y Perú. “No significa que lo vayan a utilizar por normativas internas, pero quieren conocerlo”, dijo.
Fernández aclaró que este método que se aplica en Ecuador desde abril del año para eliminar la creciente cantidad de cocaína decomisada no se puede aplicar con otras drogas como la marihuana.
Las autoridades ecuatorianas han reconocido que el país se ha convertido en una zona de tránsito y almacenamiento de drogas, especialmente cocaína, y el principal punto de despacho hacia Estados Unidos y Europa, entre otros destinos.
Eso puso al país ante muchos retos, entre ellos el almacenamiento, seguridad y destrucción de las incautaciones de drogas que pasaron de un promedio de 60 toneladas al año a más del triple en 2022.
“El Estado no tenía la capacidad ni la infraestructura para destruir esa cantidad de droga”, afirmó Fernández. Con la incineración se podían quemar cinco toneladas al mes en un único horno ubicado en Quito, pero con el de encapsulamiento se pueden eliminar ocho toneladas en cuatro horas, explicó Fernández.
La funcionaria internacional destacó que la situación cambió el año pasado cuando el gobierno propuso encapsular la cocaína mezclada con cemento, fundirla y enterrarla en celdas subterráneas, lo que garantiza mejores condiciones de seguridad y gestión ambiental.
El ecuatoriano e ingeniero químico de la UNODC, William Ibáñez, explicó que la encapsulación «no es un proceso de destrucción, sino de inmovilización» en el que la cocaína queda atrapada por diferentes fuerzas físicas y químicas que hacen que sea prácticamente imposible liberarla de las celdas subterráneas.
Fernández señaló que el último informe de la UNODC también reveló que los puertos ecuatorianos, especialmente el de Guayaquil, juegan un rol muy importante en la exportación de drogas ya que el 90% de las sustancias ilícitas salen del país por vía marítima.
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