En las últimas horas, Ucrania ha sido objeto de un enorme ataque de cohetes por parte de Rusia, que ha golpeado infraestructura crítica y edificios residenciales en 10 regiones del país.
Ell presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, informa que se trata del mayor ataque nocturno de esta escala en las últimas tres semanas. Al menos seis personas han fallecido como resultado de estos ataques.
Zelenskyy ha denunciado que Moscú está tratando de «intimidar a los ucranianos de nuevo» con esta oleada de ataques, que comenzó cuando mucha gente dormía.
El último ataque de misiles dejó a casi la mitad de los consumidores en Kiev sin calefacción, con temperaturas en torno a los 9 grados Celsius, mientras comienza el deshielo de la primavera.
En el sur de Ucrania, la Central Nuclear de Zaporiyia, que está ocupada por fuerzas rusas, se quedó sin energía como resultado de los ataques de misiles, según la operadora nuclear estatal Energoatom.
Es la sexta vez que la planta se queda sin electricidad desde que fue tomada por Rusia hace meses, lo que la obliga a depender de 18 generadores diésel que pueden mantener la central durante 10 días, indicó Energoatom.
Las centrales nucleares necesitan energía de forma constante para mantener en marcha los sistemas de refrigeración y evitar una fusión nuclear. El jefe de la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas, preocupado por el apagón, ha dicho que está «perplejo por la complacencia» de la organización que dirige, el Organismo Internacional de la Energía Atómica.
Las sirenas antiaéreas sonaron durante horas en distintos puntos de Ucrania, incluida la capital, Kiev, donde se produjeron explosiones en dos zonas en el oeste de la ciudad. Los sistemas defensivos se activaron en todo el país.
En total, Rusia lanzó 81 misiles y ocho drones explosivos Shahed, según el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valerii Zaluzhnyi. Se interceptaron 34 misiles de crucero y cuatro drones, añadió.
Los ataques han dejado un rastro de destrucción y dolor en la población civil. Viktor Bukhta, de 57 años, vivía en un edificio que resultó dañado en el distrito de Sviatoshynski, en Kiev, donde tres personas resultaron heridas cuando un misil cayó cerca, reventando las ventanas de los apartamentos.
«Salimos al patio. Había gente herida, ayudaron, trajeron equipos de primeros auxilios de autos», dijo a The Associated Press. «Entonces los autos se incendiaron. Intentamos apagarlos con extintores de autos. Y me quemé un poco».
Debate
