- Se reparten el pastel en Morena
- Acuerdo tiende “piso parejo” para todos
- Cruz abre los brazos para recibir a presidenciables
- Operadores de precandidatos a esconder la cabeza
La atención política nacional se centró este fin de semana en la Ciudad de México, en donde se llevó a cabo la sesión del Consejo Nacional de Morena para la aprobación de la convocatoria para elegir al candidato a la presidencia de la república de ese instituto político.
Con ese acto partidista arrancó oficialmente la carrera de ‘corcholatas’ por conseguir la preciada candidatura a suceder a Andrés Manuel López Obrador; aunque el presidente destapó prematuramente hace tres años a las ‘corcholatas’ y adelantó la sucesión presidencial.
No se habían cumplido ni tres años del gobierno obradorista y la carrera por la sucesión presidencial ya estaba en franca operación, aunque en aquel entonces los aspirantes siempre negaron estar pensando en Palacio Nacional para 2024.
Conforme fue pasando el tiempo, esas aspiraciones de las ‘corcholatas’ cada día fueron más burdas y notorias; abiertamente gritaron a los cuatro vientos sus pretensiones con hechos evidentes de una precampaña electoral.
Las ‘corcholatas’ tuvieron eventos masivos, propaganda por tierra y aire, entre otros eventos anticipados de campaña; todos avalados por AMLO y solapados por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Luego de las desavenencias entre los seguidores de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard por la falta de piso parejo y, por la franca cargada de gobernadores a favor de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México se dio el acuerdo.
Morena ya no podía contener los ánimos de los miembros del partido, así que desde palacio nacional dieron luz verde a la dirigencia partidista para iniciar el proceso, de lo que, para muchos de la oposición, es una clara simulación de la elección de su candidato.
Y fue este domingo cuando se convocó a sesión de Consejo para que las ‘corcholatas’ Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Ricardo Monreal se sometieran a la voluntad de los consejeros nacionales, quienes consintieron el acuerdo que llamaron pomposamente, “la continuidad a la cuarta transformación de la vida pública de México”.
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Tras el cierre de la sesión del Consejo Nacional de Morena, en donde se dio a conocer el acuerdo que tuvo como principal objetivo privilegiar la unidad y evitar la división, los aspirantes a la candidatura salieron con una sonrisa de oreja a oreja.
Y cómo no, pues de entrada ya ganaron y es que según trascendió habrá premios para todos; el primer lugar se llevará la candidatura y mientras inicia formalmente el proceso electoral constitucional, el ganador de las encuestas será el Coordinador Nacional de la Defensa de la Transformación.
Para el que quede en segundo y tercer lugar podrá escoger la coordinación de diputados o senadores o bien podrán optar por una secretaría de estado.
Y para el cuarto, quinto y sexto lugar tendrán la opción de obtener una candidatura plurinominal de diputado o senador con cargo a su partido.
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Para los morenos, el acuerdo tiende un piso parejo para todos. Habrá una sola encuesta con ejercicios espejo: uno aplicado por el partido y cuatro por casas encuestadoras propuestas por cada aspirante. Para muchos ahí pudiera estar el truco, ya que Morena llevará la voz cantante en la encuesta del 31 de agosto.
Renuncias a cargos de todos los aspirantes antes del 15 de junio. Nadie, ni el presidente, ni los integrantes de su gabinete legal y ampliado, ni los gobernadores, ni los diputados, ni nadie que esté en el gobierno podrá meter las manos para apoyar a su candidato o candidata durante el proceso. ¡Ajá!
Se pretende que los morenos lleven una precampaña austera, sin excesos de publicidad ni propaganda. La contraloría interna del partido revisará si alguno comete excesos y por supuesto tendría que haber sanciones.
El proselitismo será del 19 de junio al 30 de agosto, dos meses muy buenos que serán suficientes para que los aspirantes hagan la campaña a ras de tierra, privilegien las asambleas con la militancia y así logren el mejor posicionamiento y ganen la carrera. Y finalmente el 6 de septiembre habrá humo blanco para conocer a la ganadora o ganador de la encuesta.
Para los anti-Morena todo este proceso es solo una gran simulación para legitimar a quien habrá de elegir AMLO para abanderar a Morena, y lo coloque como encargada o encargado del despacho principal de Palacio Nacional.
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El presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar aseguró que el equipo de Morena en Ciudad Juárez ya está listo para recibir a las seis ‘corcholatas’ que, en breve, iniciarán de nueva cuenta recorridos por todo el país en franca precampaña por la candidatura a la presidencia de la república del partido guinda.
El jefe de la comuna juarense participó en la sesión del Consejo Nacional de Morena que se llevó a cabo este domingo en la Ciudad de México; desde allá dirigió un mensaje a su equipo a través de un video que fue publicado en sus redes sociales.
Pérez Cuéllar informó brevemente los detalles del acuerdo que fue tomado en la sesión y destacó que será un proceso transparente, democrático, incluyente, donde aplicarán encuestas por parte de Morena y de algunas empresas que los mismos aspirantes van a proponer.
Indicó que habrá un gran movimiento en todo el país, “y como lo hemos venido haciendo, vamos a recibirlos a los seis aspirantes en Ciudad Juárez con los brazos abiertos y buscando siempre que haya una mayor participación en bien de México y de nuestro movimiento”, dijo.
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La decisión del Consejo Nacional de Morena de prohibir a todos aquellos funcionarios públicos y legisladores su participación en las precampañas de las ‘corcholatas’, obligará a varios operadores que se habían nombrado coordinadores y representantes de los precandidatos a hacerse a un lado.
Uno de ellos es el diputado local Cuauhtémoc Estrada, quien coordina actualmente la campaña de Claudia Sheinbaum en Chihuahua. Otra es la diputada federal Andrea Chávez, quien lleva la campaña de Adán Augusto López en el estado.
Y así sucesivamente hay varios servidores públicos que no podrán meter sus manos en las campañas que durarán dos meses. Todos ellos tendrán que dejar la precampaña o solicitar licencia a sus cargos de elección popular o bien renunciar a puestos en el servicio público.
En teoría eso es lo que debería ocurrir según el acuerdo alcanzado, pero en la práctica vamos a ver que eso no sucederá y la simulación seguirá pasando en cada momento.
