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Ciudad Juárez

Líder de STSUACH entre la vergüenza y el liderazgo

16 de enero de 2024
  • Chava Salgado tiene una gran encrucijada
  • La salud de Duarte: ¿realidad o ficción oficial?
  • Madurez política en el noroeste de la entidad

La diferencia entre ser un jefe y un líder es significativa; un jefe busca que sus subordinados lo sigan a través de órdenes que a veces pueden ser consideradas como abuso de poder, mientras que un líder inspira confianza en su equipo, guiándolos por el camino correcto.

 

Sin embargo, parece que el secretario general del STSUACH, Salvador Salgado, no ha logrado comprender completamente este último concepto, ya que su actuación durante la manifestación realizada en la Rectoría de la UACH dejó mucho que desear.

 

Salgado no pudo mantener su postura hasta el final de la protesta. Apenas habían pasado unos minutos cuando los miembros del sindicato comenzaron a manifestarse por una causa indefendible, luchando por una serie de demandas que nunca fueron presentadas ante la Junta Local de Arbitraje.

 

A pesar de que Salgado tuvo tiempo suficiente para revisar el Contrato Colectivo de Trabajo, intentó justificar su error y hacer que el 15 de enero, fecha en la que deberían haberse aplicado los aumentos salariales, pasara desapercibido. Incluso intentó culpar al equipo jurídico de la Rectoría.

 

Indudablemente, se cometió un error evidente. El sindicato no cumplió con los plazos para solicitar la revisión del contrato o convocar a huelga, tal como lo estipula la Ley Electoral. Esto casi provocó que los miembros del sindicato se salieran de control y pusieran en duda el supuesto liderazgo de Salgado.

 

Este espectáculo que tuvo lugar en la Rectoría solo sirvió para causar vergüenza ajena.

 

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Cada vez que el exgobernador de Chihuahua, César Duarte, es ingresado de emergencia a cualquier hospital, ya sea público o privado, Gil Loya y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal salen a declarar que se encuentra estable. Parece que ya han adoptado la costumbre de minimizar por defecto todo lo relacionado con el exgobernador, especialmente en temas de salud.

 

No importa si la opinión pública se encuentra alejada de la realidad, ellos siguen tratando de autoconvencerse de que todo está bien.

 

Las veces que Duarte Jáquez ha tenido que ser trasladado a un hospital, ha presentado cuadros clínicos de verdadera gravedad, los cuales no han podido ser controlados dentro del penal.

 

En su último ingreso al Hospital Central Universitario, se le diagnosticó un grave problema cardíaco agravado por una neumonía bilateral, causada por agua en ambos pulmones. Esto lo pone en una situación delicada.

 

La gravedad de la situación es tal que tuvo que ser trasladado a un hospital particular para tratar de normalizar su condición. Sin embargo, para las autoridades estatales, todo parece estar fuera de peligro. ¿Pero qué pasaría si realmente lo estuviera?

 

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A lo largo de los años, la región del noroeste de la entidad ha demostrado una notable capacidad para elegir líderes de todos los colores políticos. La gente vota por el candidato, más allá de los colores del partido, lo que deja claro que en esta zona del estado existe una verdadera madurez política.

 

Este hecho habla de una ciudadanía informada y comprometida que valora la competencia y la integridad por encima de la lealtad partidista.

 

Recientemente, el delegado nacional, Octavio Borunda, ha logrado consolidar un equipo en la región encabezado por Javier Mendoza, uno de los políticos más experimentados de la zona. Mendoza, con su estructura propia más allá de los bloques, representa una nueva forma de hacer política, centrada en la capacidad y la dedicación en lugar de la afiliación partidista.

 

Esta nueva dinámica ofrece la oportunidad de dar acceso a los diferentes puestos a los candidatos naturales que los municipios y los distritos requieren, poniendo fin a las imposiciones y permitiendo una representación más auténtica y efectiva.

 

En este contexto, el Partido Verde tiene una seria posibilidad de alcanzar una votación alta en el estado. Con la posibilidad de alcanzar los dos dígitos, tener representación en el Congreso, registro local e incidir políticamente para bien, el Partido Verde podría ser un actor importante en el futuro político de la región.

 

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