Científicos están expresando crecientes preocupaciones sobre la posibilidad de que la «enfermedad del venado zombie», considerada casi 100 por ciento mortal en ciervos, esté evolucionando para infectar a los seres humanos. Esta afección neurológica contagiosa ha estado propagándose rápidamente entre las poblaciones de ciervos en todo Estados Unidos, y recientes estudios han revelado que la infección tiene la capacidad de multiplicarse en células humanas en condiciones de laboratorio, aumentando el temor de un desbordamiento hacia la población humana.
La enfermedad, conocida también como enfermedad de desgaste crónico (CWD por sus siglas en inglés), afecta a ciervos, alces y alces, y se transmite principalmente a través de priones, agentes infecciosos compuestos principalmente de proteína. Aunque no se ha documentado ningún caso de CWD que haya infectado a humanos hasta el momento, la resistencia de los priones al calor y a los desinfectantes ha suscitado inquietudes en la comunidad científica.
La transmisión de la enfermedad se relaciona con el consumo de carne de venado infectada o el contacto con tierra y agua contaminadas. Aunque se han consumido decenas de miles de animales infectados en los últimos años, no se han registrado casos conocidos de la enfermedad en humanos.
La «enfermedad del ciervo zombie» lleva su nombre por sus síntomas característicos, que incluyen la degeneración lenta de partes del cerebro, pérdida de peso drástica y comportamientos anómalos en los animales afectados. La forma exacta de transmisión aún no se comprende completamente, pero se cree que se propaga a través del consumo de forraje o agua contaminada con heces infectadas, así como por el contacto directo con fluidos corporales.
Aunque los científicos no han encontrado evidencia definitiva de que la enfermedad haya evolucionado para afectar a los humanos, la vigilancia activa y la investigación continua son cruciales para comprender mejor la naturaleza de la «enfermedad del venado zombie» y su potencial impacto en la salud humana.
