Durante el eclipse solar total del 8 de abril de 2024, los científicos aprovecharon la oportunidad para observar la corona solar con mayor detalle de lo que normalmente es posible. La corona es la capa exterior de la atmósfera del Sol, y es donde se originan las llamaradas solares.
Las llamaradas solares son explosiones gigantescas de energía que pueden liberar hasta mil millones de veces más energía que una bomba atómica. Aunque son un fenómeno fascinante, también pueden ser peligrosas para los satélites y las redes eléctricas de la Tierra.
Al estudiar la corona durante el eclipse, los científicos esperan obtener una mejor comprensión de cómo se producen las llamaradas solares y cómo predecirlas mejor. Esta información podría usarse para proteger la infraestructura en la Tierra de los efectos dañinos de las llamaradas solares.
La observación de las llamaradas solares durante el eclipse fue un esfuerzo conjunto de varias organizaciones, incluida la NASA, el Observatorio Solar Nacional y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México.