Un extraordinario hallazgo en una playa de Somerset, Inglaterra, ha revelado el fósil de una mandíbula perteneciente a un gigantesco reptil marino que data de hace 202 millones de años. Este descubrimiento, realizado por una niña británica y su padre, ha dejado boquiabiertos a los investigadores y ha arrojado luz sobre uno de los animales más grandes que alguna vez habitó la Tierra.
El hueso fósil, identificado como el surangular, ha sido atribuido a un tipo de reptil marino conocido como ictiosaurio. Los expertos, basándose en comparaciones con huesos similares de ictiosaurios estrechamente relacionados, han estimado que el animal, al que han denominado Ichthyotitan severnensis, medía entre 22 y 26 metros de longitud. Esto lo convertiría en el reptil marino más grande conocido, rivalizando con algunas de las mayores ballenas barbadas que existen hoy en día.
Los ictiosaurios, que prosperaron durante aproximadamente 160 millones de años antes de desaparecer hace unos 90 millones de años, dominaban los océanos del mundo mientras los dinosaurios dominaban la tierra. Estos reptiles marinos, que evolucionaron a partir de antepasados terrestres, se alimentaban de peces, parientes de los calamares y otros reptiles marinos, y daban a luz crías vivas.
El descubrimiento de Ichthyotitan ha sido comparado con el trabajo pionero de Mary Anning, la famosa cazadora de fósiles británica del siglo XIX. La niña Ruby Reynolds, quien encontró el fósil cuando tenía 11 años, ha sido elogiada por su papel en este descubrimiento, junto con su padre Justin Reynolds. Ellos se toparon con la primera pieza de la mandíbula mientras buscaban fósiles en la playa, y posteriormente, Ruby encontró una segunda pieza mucho más grande parcialmente enterrada en un talud de barro.