La convivencia entre humanos y animales ha tomado un giro inesperado con recientes incidentes que sugieren una respuesta de represalia por parte de ciertas especies. Desde la orca Gladis y su pandilla que han estado hundiendo embarcaciones en el estrecho de Gibraltar, hasta una nutria inusual que roba tablas de surfistas en las playas de Santa Cruz, los encuentros entre humanos y fauna salvaje han adquirido un matiz peligroso.
Según especialistas, este comportamiento podría ser una respuesta directa al trauma sufrido por estos animales, como es el caso de Gladis, posiblemente golpeada por una embarcación, lo que la habría llevado a buscar venganza sin importar quién esté a bordo.
El caso de la nutria marina, por otro lado, revela un comportamiento agresivo y violento, con ataques a surfistas para robarles sus tablas. Los videos y fotografías que circulan en redes sociales capturan estos momentos de confrontación entre humanos y la fauna local, generando preocupación entre las autoridades locales.
El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California ha detallado que se trata de una nutria hembra de cinco años con comportamientos inusuales y preocupantes que representan un riesgo para los visitantes de la zona. A pesar de que no se han reportado heridos graves, los ataques han generado temor entre los habitantes locales.
El origen de este comportamiento agresivo aún no está claro, aunque algunos expertos sugieren que podría estar asociado con subidas hormonales o el hecho de ser alimentadas por humanos.
La policía de Santa Cruz ha intensificado la búsqueda del animal y ha desplegado carteles advirtiendo a los bañistas sobre los riesgos asociados con estos encuentros. Los afectados, como Joon Lee, un surfista atacado por la nutria, describen momentos de pánico y miedo ante la agresividad del animal.