Hace un año, el sumergible Titán de OceanGate implosionó con cinco personas a bordo mientras exploraba los restos del Titanic.
Sin embargo, Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, ya tiene en mente una nueva y ambiciosa expedición: enviar humanos a Venus para 2050.
Söhnlein, que dejó OceanGate en 2013, fundó Humans2Venus en 2020 con el objetivo de crear una comunidad global de entusiastas de Venus.
Según él, Venus, a pesar de sus condiciones hostiles, podría ser accesible para la vida humana mediante ciudades flotantes a 50 kilómetros sobre su superficie.
Asegura que problemas como las nubes de ácido sulfúrico pueden ser superados con tecnología adecuada.