El equipo chino de tenis de mesa se dirige a París con la misión de reafirmar su dominio con una barrida de las medallas de oro tras su sorprendente derrota ante Japón en la prueba de dobles mixtos de los Juegos de Tokio.
París ofrece al “dream team” chino la oportunidad de redimirse después de que los japoneses Jun Mizutani y Mima Ito los derrotaran en la primera final de dobles mixtos de la historia, disputada hace tres años en los Juegos de Tokio.
La derrota significó la primera vez que China no conseguía ganar todos los títulos de tenis de mesa en unos Olímpicos.
China ha ganado 32 de los 37 oros y 60 de las 115 medallas desde que el tenis de mesa se introdujo en los Juegos Olímpicos de Verano en 1988.
Los cuatro mejores jugadores individuales masculinos y femeninos del mundo son todos de China, donde este deporte es una obsesión nacional.
Ma Long, el jugador más célebre de su generación, que también ganó el oro en Río en 2016, participará en la prueba por equipos, mientras que las esperanzas chinas en el individual masculino descansan en el número uno del mundo, Wang Chuqin, y en el vigente campeón mundial, Fan Zhendong.
Sun Yingsha, número uno del mundo, es la favorita para el título individual femenino, pero el contingente chino se enfrentará a nuevos y viejos rivales del vecino Japón.
El tenis de mesa se celebrará del 27 de julio al 10 de agosto, enfrentará a 172 atletas en cinco pruebas y marcará también el final de la histórica carrera internacional del alemán, Timo Boll.
Excélsior