Israel añadió este martes el regreso seguro de sus ciudadanos a sus hogares cerca de la frontera con Líbano a sus objetivos de guerra formales, en medio de informaciones de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, planeaba sustituir a su ministro de Defensa por un rival de línea dura. La oficina de Netanyahu dijo que había expuesto el objetivo de guerra en una reunión nocturna del gabinete de seguridad.
Netanyahu busca sustituir a su ministro de Defensa
Decenas de miles de personas se han visto desplazadas de ciudades y pueblos a ambos lados de la frontera por los intercambios de disparos casi diarios entre las fuerzas israelíes y el Hezbolá libanés. Hezbolá, respaldado por Irán, abrió un segundo frente contra Israel un día después de que comenzara la guerra en la Franja de Gaza con un ataque del grupo miliciano palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre y desde entonces se han intensificado los combates en la frontera entre Israel y Líbano.
‘El Gabinete de Seguridad ha actualizado los objetivos de la guerra para incluir los siguientes: devolver a los residentes del norte de forma segura a sus hogares. Israel seguirá actuando para cumplir este objetivo’, dice un comunicado de la oficina de Netanyahu. Israel ha dicho que prefiere una solución diplomática que suponga el alejamiento de Hezbolá de la frontera.
Sin embargo, Hezbolá, que también dice querer evitar un conflicto total, afirma que sólo el fin de la guerra en Gaza detendrá los combates. Los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza está estancados tras meses de vacilantes conversaciones con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Poco después de finalizar la reunión del gabinete de seguridad, las emisoras israelíes informaron de que Netanyahu y Gideon Saar estaban a punto de cerrar un acuerdo por el que Saar sustituiría a Yoav Gallant como ministro de Defensa.
Saar, exministro de Justicia, se ha mostrado crítico con la política bélica del Gobierno en los últimos meses, afirmando que debería tomar más la iniciativa y emprender acciones decisivas contra los enemigos de Israel, incluido Irán.
Saar se ha mostrado crítico con la posibilidad de llegar a un acuerdo con Hamás para poner fin al conflicto de Gaza, mientras que Gallant ha impulsado una tregua que incluiría el intercambio de rehenes israelíes en Gaza por prisioneros palestinos.
Netanyahu reforzaría su posición política añadiendo la facción de cuatro escaños de Saar a su coalición, ya que dependería menos de cada uno de sus otros socios.
También podría aliviar dos quebraderos de cabeza políticos para Netanyahu, aprobar un presupuesto estatal y una nueva ley de reclutamiento que sería aceptable para sus socios de coalición ultraortodoxos que quieren mantener a los estudiantes de seminarios judíos religiosos fuera del ejército.
En su calidad de ministro de Defensa, Gallant ha adoptado a menudo una línea independiente frente a Netanyahu. Ha tachado de disparate el reiterado objetivo de Netanyahu de lograr la ‘victoria total’ en Gaza. Gallant también ha reclamado un plan de posguerra más claro que permita que el enclave sea gobernado por palestinos.
El año pasado, durante las protestas contra la iniciativa de Netanyahu de limitar los poderes de la Corte Suprema, Gallant rompió filas y se manifestó en contra de un plan que, según él, estaba provocando divisiones sociales tan profundas que ponía en peligro la seguridad nacional. Netanyahu lo destituyó, pero dio marcha atrás cuando los israelíes se echaron a la calle en una de las mayores manifestaciones de la historia del país.
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