Andrés Manuel López Obrador sufrió una nueva agresión durante un evento en Veracruz, situación que se suma a otras durante su sexenio de menor o mayor riesgo, las cuales cuestionan la decisión de disolver al Estado Mayor Presidencial (EMP), antes encargado de la seguridad del presidente y su familia.
El 1 de marzo de 2021, un joven originario de Durango, según informó en ese momento Leticia Ramírez, titular de Atención Ciudadana de Presidencia, irrumpió en la conferencia de Palacio Nacional tras burlar los filtros de seguridad y entró al Salón de la Tesorería.
Aunque no fue un encuentro violento, se indicó que era un hombre desesperado porque le sembraron droga y estuvo dos años en la cárcel y no puede rehacer su vida. Otro caso similar se dio el 7 de diciembre de 2023, cuando una mujer entró también a dicho salón donde se realiza la mañanera, se arrodilló frente a AMLO para pedirle ayuda.
El 3 de octubre de 2021, durante la presentación del Plan de Apoyo para las Personas Afectadas por el Huracán Grace en Huauchinango, Puebla, un grupo de manifestantes interrumpió su mañanera ante lo cual él pidió “respeto”, aunque no pasó a mayores.
El 27 de agosto de 2021, la mañanera en Chiapas tuvo que realizarse sin el presidente, debido a que cientos de maestros de la CNTE bloquearon el acceso para exigir solución a sus demandas, lo que le impidió presentarse en la conferencia.
El pasado 6 de marzo, un grupo de normalistas de Ayotzinapa encapuchados irrumpió en Palacio Nacional, hasta ahora en una de las agresiones más violentas, donde los manifestantes arrojaron petardos contra el acceso sobre la calle de Moneda, colocaron diversos objetos debajo de la puerta, a fin de forzar su apertura, lo que lograron impactando una camioneta de CFE hasta romperla.
Los manifestantes fueron replegados por la Policía Militar, cuyos elementos colocaron vallas para blindar el Salón Tesorería, donde se realiza la conferencia matutina del presidente López Obrador. Además, policías capitalinos para sacar a los normalistas.
Cabe recordar que, a lo largo de sus seis años como mandatario nacional viaja constantemente en vuelos comerciales, situación que ha incomodado a más de uno debido a los retrasos o protocolos en este tipo de vuelos donde viajará López Obrador, además de recibir insultos, gritos y reclamos como el del 11 de noviembre 11 de noviembre por parte de una mujer cuando viajaba a Mérida, Yucatán.
El último incidente se dio este fin de semana en un evento en Veracruz, entre gritos de “dictador”, un grupo de trabajadores del Poder Judicial en contra de la reforma recién publicada se manifestaron. De entre la multitud, alguien lanzó una botella que casi lo golpea, aunque esta mañana en su conferencia aseguró que no habrá represalias y bromeó sobre el asunto.
En gobierno anteriores, el resguardo de este edificio y también de la residencia del presidente estaba a cargo del Estado Mayor Presidencial (EMP), un órgano técnico militar cuya función principal era proteger al mandatario.
“El EMP otorga protección a la familia del Primer Mandatario, al Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, a los expresidentes de la República, a secretarios de Estado y a otras personas que, por su encomienda o situación, el titular del Poder Ejecutivo Federal así lo instruya”, explica la página del Gobierno de México.
En abril de 2019 se aprobó la desaparición del EMP como parte de una reforma a la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea. Su personal fue reubicado, por lo que se integraron a las Fuerzas Armadas.
En el gobierno actual, es el Ejército, junto con elementos de la Guardia Nacional, el encargado de proteger el Palacio Nacional, así como los lugares donde esté el presidente. “Yo estoy seguro en cualquier parte del país, a mí me cuida el pueblo”, ha repetido el presidente en múltiples ocasiones.
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