(AFP) En una escalada significativa del conflicto, Ucrania empleó por primera vez misiles ATACMS de fabricación estadounidense para atacar una instalación militar en la región rusa de Bryansk, según informó Moscú. Este evento marca un punto crítico en los mil días desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania.
Las autoridades rusas señalaron que sus fuerzas derribaron cinco de los seis misiles disparados, mientras que los restos del sexto impactaron en la instalación, sin causar víctimas ni daños. Por su parte, Ucrania aseguró haber atacado un depósito de armas ruso, provocando explosiones secundarias, aunque no confirmó el uso de estos misiles de largo alcance, que cuentan con el aval reciente del presidente estadounidense Joe Biden.
Tensiones geopolíticas y declaraciones encontradas
Moscú calificó esta acción como una escalada peligrosa, advirtiendo que convierte a Estados Unidos en un posible combatiente directo en la guerra y podría desatar represalias. Desde Washington, el apoyo militar busca reforzar la defensa ucraniana, aunque analistas consideran que los misiles ATACMS difícilmente cambiarán el curso general del conflicto, que ya lleva 33 meses.
En el ámbito internacional, la incertidumbre crece ante el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, quien ha prometido poner fin rápidamente al conflicto sin detallar su estrategia. Este contexto genera dudas sobre la continuidad del respaldo occidental a Ucrania.
Durante un discurso ante el parlamento, el presidente Volodimir Zelenski subrayó que 2024 será un año clave en la guerra. “En esta etapa, se está decidiendo quién prevalecerá. Nosotros o el enemigo… los ucranianos y los europeos, y todo aquel que quiera vivir libremente sin someterse a un dictador”, afirmó.
En Kiev, mientras las tropas luchan en el frente y la ciudad enfrenta ataques aéreos, la población conmemora los mil días de guerra con vigilias a la luz de las velas. El conflicto ha cobrado la vida de miles de ucranianos, desplazado a más de 6 millones al extranjero y reducido la población del país en una cuarta parte, en lo que se ha convertido en el mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La introducción de los misiles ATACMS añade una nueva dimensión al conflicto, pero también evidencia la desesperación de ambas partes por alcanzar una ventaja decisiva. Mientras tanto, los costos humanos y económicos siguen creciendo, dejando a Ucrania y al mundo expectantes ante el próximo capítulo de esta guerra.
Con información de AFP