PEKÍN, China.— En un hito médico y tecnológico, China ha realizado su primer ensayo clínico exitoso de una interfaz cerebro-computadora (BCI) invasiva, logrando que un paciente tetrapléjico controle videojuegos con el pensamiento, apenas tres semanas después de recibir el implante.
El paciente, que perdió sus extremidades hace más de una década, fue implantado con un dispositivo llamado NEO, que mide apenas 26 mm de diámetro y menos de 6 mm de grosor. Se trata del implante cerebral funcional más pequeño del mundo, incluso más compacto que el de Neuralink, la empresa de Elon Musk.
“Ahora puedo controlar la computadora con mis pensamientos”, expresó el paciente en declaraciones difundidas por Global Times.
El chip, desarrollado por el Centro de Excelencia en Ciencia Cerebral y Tecnología de la Inteligencia (CEBSIT), emplea electrodos ultraflexibles del grosor del 1% de un cabello humano, lo que permite su integración con el tejido cerebral sin provocar respuesta inmunológica.
Cada electrodo cuenta con 32 sensores para captar señales neuronales débiles con gran precisión. Los desarrolladores aseguran que su diseño permite avanzar hacia el control de brazos robóticos, comunicación mediante pensamiento y otras aplicaciones revolucionarias.
Mientras EE.UU. lideraba hasta ahora el desarrollo de BCI con Neuralink, China ha entrado con fuerza en la competencia, anunciando ensayos clínicos con hasta 50 pacientes más este año.
La neurotecnología se perfila como uno de los nuevos campos de batalla entre las dos principales potencias del mundo, con enormes implicaciones en salud, discapacidad y control mental de dispositivos.