Más del 65 por ciento de los medicamentos e insumos médicos que se usan en México son importados, pese a que la industria farmacéutica nacional representa un mercado superior a 3 mil 300 millones de dólares, reveló este viernes Alejandro Svarch, director general del IMSS-Bienestar, al presentar un análisis sobre la capacidad productiva del país en el sector salud.
Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, Svarch subrayó que la mayor producción nacional relacionada con esta industria no son fármacos, sino cajas y papeles para embalaje.
Desafortunadamente, la pérdida de soberanía en este sector tan estratégico ha conducido a que lo que más aportamos es en producir el embalaje en el cual vienen envueltos los medicamentos”, lamentó.
El funcionario explicó que de las 146 ramas de manufactura vinculadas con la producción farmacéutica, México tiene escasa presencia en las más críticas, como la síntesis de principios activos y los productos químicos especializados, según datos de la CEPAL y del INEGI.
Tanto Svarch como Sheinbaum atribuyeron este retroceso a la eliminación del llamado requisito de planta en 2008, durante el sexenio de Felipe Calderón, el cual obligaba a las empresas farmacéuticas que vendían medicamentos al gobierno a contar con una planta de producción en México.
Esa política articulaba el desarrollo de la industria con la generación de empleos bien remunerados y la soberanía sanitaria. Al eliminarse, cayó por completo la industria farmacéutica nacional”, afirmó la mandataria.
Como ejemplo de política opuesta, Svarch mencionó a Brasil, que en ese mismo año adoptó una estrategia industrial para fortalecer su producción nacional. Hoy, ese país produce alrededor del 90 por ciento de los medicamentos que requiere su sistema universal de salud, destacó.
En respuesta, Sheinbaum anunció que se ha emitido un decreto que restablece la exigencia de plantas de producción dentro del territorio nacional como criterio en futuras licitaciones públicas de medicamentos. Esta medida busca atraer inversión, generar empleo y recuperar la autonomía sanitaria.
Además, destacó la oportunidad estratégica que representa la próxima liberación de aproximadamente 385 patentes de medicamentos. Con una industria fortalecida, México podrá producir genéricos equivalentes en calidad y eficacia, pero hasta cinco veces más baratos, lo que permitiría ampliar el acceso a tratamientos esenciales para millones de personas.
El jueves, la presidenta también anunció una inversión inicial de 10 mil 480 millones de pesos para revitalizar el sector farmacéutico nacional como parte de una estrategia integral de salud.
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