Una mariposa monarca que no podía volar por tener un ala rota volvió a surcar el aire gracias a una microcirugía reconstructiva realizada en el Sweetbriar Nature Center, en Long Island, Nueva York.
El procedimiento, que se viralizó en redes sociales, fue ejecutado por la directora de rehabilitación Janine Bendicksen, quien implantó un ala tomada de otra mariposa fallecida. “Fue un trabajo de paciencia y delicadeza, pero el resultado fue increíble”, dijo la especialista a medios locales.
La operación, que duró cerca de cinco horas, requirió cemento de contacto, almidón de maíz y un diminuto alambre para estabilizar la estructura. Según Bendicksen, el insecto no sintió dolor porque las mariposas carecen de terminaciones nerviosas en las alas.
El emotivo momento en que la mariposa vuelve a volar fue compartido en las redes del centro y generó millones de reproducciones. El objetivo, señalaron los cuidadores, era permitirle continuar su migración hacia México, parte esencial de su ciclo biológico.
La historia cobró aún más fuerza al recordar que la especie se encuentra en peligro. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la población de mariposas monarca ha disminuido un 72% en la última década.
Tras la difusión del caso, Bendicksen recibió mensajes de especialistas en Costa Rica, Minnesota y California interesados en replicar la técnica.