Las acusaciones de Rusia sobre la implicación de Washington en el supuesto desarrollo de armas biológicas en Ucrania son «pura invención», aseguró este jueves la embajadora estadunidense ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
«Todos sabemos que estas afirmaciones son pura invención sin el más mínimo fundamento», declaró la embajadora ante la ONU. «Pero quiero aprovechar esta oportunidad para poner las cosas en su sitio: Ucrania no tiene programa de armas biológicas, Estados Unidos no tiene programa de armas biológicas», zanjó la diplomática.
Rusia pidió al Consejo de Seguridad de la ONU abrir una investigación por el supuesto desarrollo de armas biológicas estadunidenses en Ucrania, informó este jueves el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
«La Federación Rusa no tenía más opción que presentar una denuncia ante el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU para pedirle abrir una investigación» sobre «actividades biológico-militares de Estados Unidos en Ucrania», indicó la cancillería en un comunicado.
Agregó que el pedido iba acompañado de un proyecto de resolución de la máxima instancia de Naciones Unidas. Poco después del inicio de su ofensiva en Ucrania a finales de febrero, Moscú acusó a Estados Unidos de financiado un programa de armas biológicas en Ucrania, asegurando que había encontrado pruebas al respecto en laboratorios ucranianos.
Según el ministerio ruso de Defensa, el objetivo de Ucrania era «crear un mecanismo de propagación furtiva de patógenos mortales». Moscú reiteró esas acusaciones en varias ocasiones en reuniones del Consejo de Seguridad.
Tanto Estados Unidos como Ucrania desmintieron la existencia de laboratorios destinados a producir armas químicas en suelo ucraniano. Rusia ya acusó en 2018 a Washington de llevar a cabo experimentos biológicos secretos en Georgia, otra exrepública soviética que, como Ucrania, aspira a entrar en la OTAN y en la Unión Europea.
Para justificar su ofensiva, Moscú afirmó asimismo que Ucrania pretendía dotarse del arma nuclear, pese a que Ucrania renunció formalmente a hacerlo en la década de 1990.
Milenio