El Kremlin ha acusado a Estados Unidos de estar detrás de un ataque con drones ucranianos contra el Kremlin, que Moscú afirmó haber desbaratado.
Rusia ha denunciado un intento de asesinato contra el presidente Vladimir Putin, acusando a Ucrania de dirigir los drones, pero Kiev ha negado cualquier implicación y ha acusado a Moscú de haber preparado un «montaje» para justificar una posible escalada de su ofensiva.
Washington ha cuestionado las acusaciones y ha sido acusado por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, de estar detrás del ataque.
Los eventos ocurren mientras Ucrania busca expulsar a las tropas rusas más allá de sus fronteras, pero Rusia ocupa todavía alrededor del 18% del territorio en el sur y el este de Ucrania.
Rusia ha denunciado una ola «sin precedentes» de «actividades terroristas» y «sabotajes» ucranianos en su territorio, incluyendo ataques con drones y sabotajes ferroviarios.
Ahora el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha pedido la creación de un tribunal especial para que Rusia rinda cuentas por su «crimen» de agresión, mientras Kiev asegura estar culminando sus preparativos para una gran contraofensiva.
Zelenski ha hecho estas declaraciones en una visita inesperada a la Corte Penal Internacional en La Haya.
En el contexto de este conflicto, Moscú ha sufrido una serie de ataques cada vez más nutrida, incluyendo el vistoso ataque que dañó el puente de Crimea en el pasado otoño boreal, el presunto ataque contra el Kremlin y el ataque con drones en dos refinerías de petróleo en el suroeste de Rusia. Kiev no ha reivindicado ninguno de estos ataques.
Mientras tanto Ucrania ha sufrido una serie de ataques, incluyendo un ataque con drones rusos que supuestamente «lanzó 24 drones Shahed 136/131», de los que Ucrania pudo abatir 18. Otras localidades de Ucrania también han sufrido ataques, incluyendo la ciudad portuaria de Odesa, en el suroeste, que fue blanco de «15 drones».
A pesar de los daños a algunos vehículos y edificios, no se reportaron víctimas mortales. Jersón, en el sur, sufrió bombardeos «masivos» que dejaron 23 muertos y 46 heridos.
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