El peor momento de México desde hace 37 años
En Pensiones tan campantes como siempre
Paquito González, manzana de la discordia
Brenda Ríos agarra liana de Morena
Andrés Manuel López Obrador todavía ve el gran problemón que ha causado el intento de asesinato del periodista Ciro Gómez Leyva y no es capaz de hacer una pausa de fin de año; sigue con su retahíla de epítetos y motes en contra de algunos periodistas en lo particular, pero también llega al grado de realizar generalizaciones.
El día de ayer no ocultó, como muchas veces lo hace, su infinito enojo porque alrededor de 180 periodistas firmaron y le dirigieron un desplegado pidiéndole que detuviera la satanización que todos los días lleva a cabo contra los colegas periodistas y comunicadores.
En vez de detenerse lo menos que les dijo es que todos los que firmaron el desplegado eran representantes del conservadurismo y voceros de las élites del poder.
Pero llegó aún más allá cuando se refirió a ellos como integrantes del hampa del periodismo. Sólo para ejemplificar después del atentado contra Gómez Leyva se ha referido a él dos veces en términos negativos.
Y se ha atrevido a afirmar que ese atentado lo perpetraron sus adversarios para desestabilizar su gobierno.
No entiende el presidente que cada una de sus casi mil mañaneras que lleva es estar abriendo de manera unilateral nuevos frentes de batalla que han llevado a México a estar en su peor momento, dividido, enfrentado todo propiciado desde Palacio Nacional; y aplaudido por toda una cauda de incondicionales que sólo trabajan para seguir privilegiando el sectarismo de Morena.
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No hay peor momento del crecimiento económico de México desde el sexenio de Miguel de la Madrid que el que hoy está viviendo el país en manos de la cuatroté.
México pasó una crisis económica entre 1982 y 1988 dado que su economía se encontraba cerrada, mientras el mundo ya se estaba abriendo a las negociaciones de libre comercio. Pero posterior a 1988 los subsecuentes sexenios todos tuvieron un crecimiento; tal fue el caso de Carlos Salinas de Gortari donde se creció al 4 por ciento.
Con Ernesto Cedillo Ponce de León el Producto Interno Bruto (PIB) creció a 3.2 por ciento; durante la transición de Vicente Fox su sexenio hizo crecer el PIB a 1.9 por ciento; con Felipe Calderón la economía mexicana creció 1.7 por ciento; por su parte, Enrique Peña Nieto le heredó a AMLO un 2.4 por ciento.
En el actual gobierno se está creciendo a un 0.3 por ciento. Recordemos que la promesa de campaña en el 2018 fue que al final de sexenio estaría creciendo en promedio un 6.0 por ciento.
Se podrán establecer muchos pretextos, lo cierto es que antes del Covid en el 2019 ya se tenía un decrecimiento del 0.1 por ciento.
Con tan altas expectativas que prometió y llevó López Obrador se han venido pulverizando con el pasar de los días y entregará un gobierno muy lejos de la meta de crecimiento del PIB que había prometido.
Quizá por eso cada semana lanza desde sus mañaneras una tras otra cortina de humo agarrando pleitos con medio mundo, y hasta en el extranjero como es el caso de la Unión Europea, España, Bolivia y Perú.
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Lo decíamos ayer aquí en Cañonazos, las violaciones a la ley en Pensiones Civiles del Estado hasta por escrito las hacen.
Es el caso de Pensiones que violentó la Ley Federal del Trabajo cuando apenas ayer entregó una parte del aguinaldo a sus trabajadores, lo cual a todas luces fue una violación legal permitida por la Secretaría de Hacienda.
Pero como dicen los empleados de dicha institución, qué se puede esperar de una administración que, en estos 14 meses que llevan, se han caracterizado por prestar un pésimo servicio médico a la derechohabiencia.
Y como muestra un botón, todos los días en farmacia dejan medicamentos pendientes que no pueden ser surtidos a los pacientes por falta de existencia en bodega.
En estos meses que estuvo fuerte el Covid algunos hospitales privados les cerraron la puerta a Pensiones para la subrogación dada la falta de pago en tiempo y forma.
Nadie sabe que hacen para rescatar esta institución de carácter social y médica que atiende a gran parte de la burocracia estatal, al magisterio, al personal asegurado de universidades y de organismos públicos descentralizados.
Solamente esperan los derechohabientes que el 2023 no haga más pronunciada la picada de esta institución rumbo a un socavón sin fin.
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El caso penal del famoso ex fiscal corralista “Paquito” pinta para convertirse en la manzana de la discordia entre el gobierno estatal y federal en el año entrante que ya esta a punto de llegar.
Francisco González fue acusado de tortura durante los expedientes “X” y los morenos piden que su caso sea atraído por la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que será el tema para el inicio de un nuevo enfrentamiento entre federación y estado.
A pesar de todos los intentos que haga el exgobernador Javier Corral, apoyado por la cuarta transformación por liberar a “Paquito”, se antoja difícil que este exfuncionario deje las frías celdas del Cereso los días que restan del año.
Al menos la estructura jurídica para defender los motivos por los cuales, la FGR no puede rescatar al exfiscal, están bien sustentados por la autoridad del Tribunal Superior de Justicia.
La explicación es muy clara. La Fiscalía General del Estado no está facultada o bien, se encuentra imposibilitada jurídicamente para entregar a la FGR la carpeta de investigación y la misma causa penal 3776/22, que corresponde al exfiscal Francisco G., simplemente porque ya el asunto se encuentra a disposición del juez.
Por supuesto que a estas alturas el exgobernador paseño se encargó de envenenar el ego de la autoridad federal, y no se descarta que, en los próximos días, puedan surgir acciones similares como cuando el gobierno de Peña Nieto intentó rescatar a don Alejandro Gutiérrez alias la “Coneja” de la autoridad estatal.
A comprar palomitas, que el mes de enero se antoja para observar y escuchar de lejos los guamazos políticos cuyo destino serán las frías celdas de Aquiles Serdán.
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Bien dicen que cuando se trata de seguir en la nómina gubernamental cualquier liana es buena para colgarse, esto lo ha aprendido muy bien la señora Brenda Ríos, excandidata a la gubernatura de Chihuahua por el Partido Verde Ecologista de México.
Resulta que Brenda en últimas fechas se le ha visto en varios eventos de la corcholata consentida de López Obrador y actual jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum a nivel local.
Inclusive allá por el municipio de Nuevo Casas Grandes y territorios colindantes, Brenda Ríos ha sabido aprovechar la fama de la familia Lebarón para dejarse ver en diversos encuentros, entre ellos en el nombramiento de Clery Jones, recién nombrada representante de la señora, quien manejará la región de Nuevo Casas Grandes para promover la imagen de Sheinbaum y coordinar parte de su campaña política al lado del diputado de Morena Armando Contreras Castillo.
Cuando el hueso tiene carnita para ruñir, no importa el sabor o el color, pues debemos recordar que Brenda Ríos ha pasado por distintos colores, primero anduvo en el tricolor, luego en el verde, después buscó colarse al naranja y ahora quiere navegar por el partido guinda.
Brenda está cortada con la misma tijera que su ex amiga del alma la señora María Ávila, otra que fue prácticamente expulsada del verde y ahora le gusta el naranja.
