El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, restó este jueves importancia a las protestas por la muerte de una joven tras ser detenida por llevar mal el velo, asegurando que son algo «normal» y que en el país hay libertad para expresar cualquier opinión, pero dejando claro que no se permitirá el «vandalismo».
Sobre el fallecimiento de Mahsa Amini, Raisi dijo que en cuanto pudo habló con su familia e insistió en que su muerte está siendo investigada y que el caso se encuentra en manos del poder judicial.
En todo caso, destacó que el informe del forense no mostró señales de abusos o de golpes y que algunas pesquisas que se han llevado a cabo apuntan en la misma dirección.
El líder iraní, preguntado en una conferencia de prensa en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, subrayó que en Irán se debaten muchas cuestiones políticas y sociales y que no hay ningún tipo de problema cuando alguien se opone a algo.
«Pero tenemos que diferenciar entre manifestaciones y vandalismo», señaló Raisi, según la interpretación al inglés de sus palabras.
Como ya había hecho en su discurso ante Naciones Unidas, denunció nuevamente que su país es víctima de un «doble rasero» y criticó a organizaciones internacionales y países que han expresado su preocupación ante este episodio y no ante casos parecidos en otros lugares.
Como ejemplo, señaló las numerosas muertes de civiles a manos de agentes de Policía que se dan en Estados Unidos.
Al menos 17 personas han muerto en las manifestaciones que sacuden Irán desde hace seis días por la muerte de la joven de 22 años, según la televisión estatal.
Las protestas comenzaron el viernes tras conocerse la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo y se han ido extendiendo por el país.
Con gritos como «Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio», «Mujeres, vida, libertad» o «Muerte al dictador», los manifestantes han mostrado su indignación en al menos 20 ciudades del país, en unas protestas en las que la violencia se ha intensificado con las fuerzas de seguridad recurriendo a material antidisturbios.
En los choques de la última noche, los manifestantes quemaron al menos dos comisarías y varios vehículos.
ElUniversal