El gobierno del presidente Joe Biden aprobó el martes una nueva venta de armamento a Taiwán por 360 millones de dólares, con la cual se enviará a la isla cientos de drones armados, equipo para misiles y material de apoyo relacionado, informó el Departamento de Estado en un comunicado que seguramente suscitará la condena de China.
El anuncio no era inesperado, pero se produce en un momento de gran tensión entre Washington y Beijing, el cual considera a Taiwán como parte de su territorio y ha prometido anexarlo por la fuerza si es necesario.
La venta incluye 291 sistemas Altius-600M, que son vehículos aéreos no tripulados, o drones, con ojivas. También incluye 720 drones Switchblade conocidos como “municiones merodeadoras de largo alcance”, informó el Departamento de Estado.
Indicó que la venta “sirve a los intereses nacionales, económicos y de seguridad de Estados Unidos al apoyar los esfuerzos continuos del país receptor para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble”. Esto «ayudará a mejorar la seguridad del país receptor y contribuirá a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región”, afirmó el Departamento de Estado.
El comunicado también afirma que la transferencia no afectaría al equilibrio militar en la región. El anuncio no fue algo inusual, a pesar de que Estados Unidos y China han intentado suavizar en los últimos meses su tensa relación.
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