El reciente ataque perpetrado por Rusia sobre la capital ucraniana de Kiev, continúa con la guerra en Europa, la cual no parece tener un final visible.
En la madrugada de este jueves, 31 misiles balísticos y de crucero fueron lanzados sobre la ciudad, marcando el primer ataque directo a la capital en 44 días desde el inicio del conflicto.
Aunque las defensas antiaéreas lograron interceptar todos los proyectiles, 13 personas resultaron heridas por la caída de restos, incluyendo una menor.
Cerca de las 5 de la mañana, los residentes capitalinos de Ucrania fueron sacudidos por fuertes explosiones que resonaron por toda la ciudad, a más de un mes de no haber recibido un ataque ruso.
Los misiles, provenientes de diversas direcciones, llegaron casi simultáneamente, dejando a la población aturdida y en estado de shock.
A pesar de contar con defensas antiaéreas más robustas que la mayoría de las regiones del país, las autoridades ucranianas advierten sobre la necesidad de obtener más armamento occidental para contrarrestar la invasión rusa de manera efectiva.
Entre los heridos se encuentran una niña de 11 años y un hombre de 38, quienes fueron hospitalizados tras el ataque.
Además, otras ocho personas sufrieron heridas leves, según informó el gobierno local.
El impacto de los misiles también provocó un incendio en al menos un edificio de apartamentos, dañó vehículos estacionados y dejó cráteres en las calles y en un pequeño parque.
Las calles quedaron cubiertas de escombros, incluyendo fragmentos de vidrio de las ventanas destrozadas.
Los testimonios de los sobrevivientes narran como huían del lugar del bombardeo, sin tener claro hacia donde dirigirse.
La solidaridad de la población ucraniana se hace evidente, con equipos de emergencia atendiendo a los afectados.
ElImparcial