Las fuerzas de seguridad de Guatemala, con apoyo de Estados Unidos, detuvieron este viernes a cuatro médicos acusados de tráfico de órganos después de que supuestamente le quitasen un riñón sin su consentimiento durante una operación quirúrgica, informó la Fiscalía.
Los cuatro médicos están «vinculados con la extracción ilegal de un riñón a un paciente a quien se dio otro diagnóstico para justificar la intervención», dijo a periodistas el vocero de la entidad, Moisés Ortiz.
En una primera declaración, el funcionario había anunciando la detención de tres médicos. Posteriormente, informó del arresto de un cuarto profesional en una zona de la periferia sur de la capital.
Las otras tres aprehensiones se realizaron en la capital con ayuda de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés), indicó Ortiz.
Ortiz aclaró que las cuatro detenciones fueron en Ciudad de Guatemala y ninguna en Amatitlán, aledaño al sur de la capital, como se dijo al principio.
Los cuatro médicos, dos urológos, un cirujano y un patólogo, fueron remitidos ante un juez para notificarles los motivos de su detención. Al final de la cita, el magistrado les otorgó libertad condicional y fijó la audiencia de primera declaración para el 14 de marzo.
Los cuatro médicos están acusados de disposición ilegal de órganos o tejidos humanos. A uno de ellos le imputan el delito de encubrimiento propio.
Las pesquisas se iniciaron con una denuncia interpuesta en mayo de 2022. Según la prensa local, la intervención quirúrgica ocurrió en un hospital privado de Ciudad de Guatemala, un dato que Ortiz no confirmó a la AFP.
Según la fiscalía, los detenidos están «vinculados con la extracción ilegal de un riñón a un paciente a quien se le diagnosticó extracción de glándula suprarrenal para justificar la intervención».
La víctima, una mujer sexagenaria, dijo al diario local Prensa Libre que sintió «molestias después de la intervención, y por eso regresé a que me revisaran» y fue cuando comprobó que le habían extraído el riñón.
Por el momento se desconoce si se trata del único caso en el que están involucrados los detenidos o si integran una red dedicada al tráfico internacional de órganos.
Excélsior