La Paz, Bolivia – Julia Quispe Tincuta, una valiente indígena aimara boliviana de 35 años, ha desafiado las expectativas al conquistar las cumbres de montañas emblemáticas llevando puestas las tradicionales faldas de capas y coloridos chales de las cholitas.
Tincuta compartió su asombrosa experiencia al alcanzar la cumbre de la montaña Huayna Potosí, de 6.088 metros de altura, donde ella y otras mujeres locales se dedican a cocinar y cargar equipos para apoyar a los escaladores que se dirigen al campamento base.
«Cuando he llegado (por primera vez) a la cumbre, he sentido que estaba en el aire, casi como en el cielo», relató emocionada sobre su logro. Vestida con una pollera ondulada roja y un chal colorido, Tincuta expresó que en la mitad de la montaña podía ver las luces de la ciudad de La Paz, parecidas a estrellas. Esta experiencia la inspiró a no dejar de escalar montañas.
Este grupo de cholitas escaladoras ha desafiado las convenciones al conquistar el Aconcagua en Argentina, la montaña más alta de América con 6.961 metros de altura. Además, han alcanzado la cima del gigante volcán chileno Acotango y el nevado Ojos del Salado, en la frontera chileno-argentina.
Las cholitas escaladoras, a pesar de portar sus icónicas faldas de capas, han adoptado cascos de escalada y zapatos con grampones en lugar de los tradicionales sombreros. Este acto valiente ha generado admiración y revuelo internacional, desafiando los estereotipos de género y celebrando la diversidad cultural en el mundo del alpinismo.
Este grupo pionero de mujeres aimaras está redefiniendo los límites y demostrando que la pasión y la determinación pueden superar cualquier barrera, inspirando a otros a seguir sus sueños, sin importar las expectativas sociales.