En Tailandia, la activista Jatuporn New Saeoueng fue condenada a dos años de prisión tras ser hallada culpable de un delito de lesa majestad por vestirse como la reina Suthida durante una manifestación que tuvo lugar en 2020 en Bangkok.
La joven asistió a la marcha con un vestido rosa de seda, si bien ha asegurado que se no se trataba de un insulto hacia la Casa Real y que simplemente «llevó un traje tradicional» a la protesta, según informaciones del diario Bangkok Post.
Sin embargo, la ley tailandesa prohíbe todo tipo de críticas contra la monarquía. Desde que el rey Maha Vajiralongkorn ascendió al trono en 2019, grupos de defensa de derechos humanos han alertado de que las autoridades han utilizado la ley de lesa majestad para acabar con los manifestantes que exigen una reforma de la monarquía.
Desde noviembre de 2020, al menos 210 manifestantes han sido imputados por este tipo de delitos después de un periodo de tres años en el que esta normativa apenas fue implementada, tal y como denuncian grupos legales tailandeses.
La reina Suthida a menudo utiliza vestidos de seda para asistir a eventos públicos, por lo que la Justicia considera que Jatuporn, que en principio fue condenada a tres años de cárcel, trataba de burlarse de la monarca.
Un portavoz de la organización Amnistía Internacional ha señalado que su actuación era una «simple sátira de la situación política que atraviesa el país». «Los participantes no deben ser castigados por participar en una asamblea pacífica», ha dicho.
En 2021, un funcionario que expresó sus ideas contrarias a la Casa Real a través de redes sociales fue condenado a 43 años de prisión.
Milenio