Las sanciones de Estados Unidos a China que le impiden adquirir chips modernos parecían ser la medida definitiva para evitar que el país asiático obtuviera estos componentes. No obstante, China ha encontrado la forma de evadir el bloqueo mediante la creación de empresas fantasmas, al menos hasta que estas caigan bajo la prohibición estadounidense.
Este hallazgo fue realizado por el New York Times, que señala que existe un comercio activo de tecnología de inteligencia artificial «restringida». Esto permite a China adquirir hardware estadounidense avanzado, como los chips de NVIDIA y otras empresas de ese país, utilizados en investigaciones de armas nucleares, torpedos y demás aplicaciones militares.
Aunque no está clara la magnitud de este negocio, el medio documenta ventas que van desde apenas unas centenas de GPUs hasta transacciones que alcanzan los 103 millones de dólares.
Entre los compradores de estas piezas se encuentran más de una docena de organizaciones afiliadas al estado chino, algunas de las cuales han sido clasificadas por Estados Unidos como colaboradoras del ejército chino.
Aunque no hay pruebas de que los fabricantes vendan directamente estos productos al mercado chino, el medio indica que es imposible que una empresa controle toda la cadena de distribución más allá de sus clientes inmediatos y compradores secundarios, debido al tiempo y la inversión económica necesaria.
Otro problema es la facilidad con la que se pueden crear nuevas empresas en China para adquirir chips avanzados antes de que sean prohibidas por las sanciones estadounidenses.
En uno de los casos mencionados en el artículo del Times, se relata que Estados Unidos prohibió a la empresa Sugon comprar chips de NVIDIA después de que se demostrara que uno de sus clientes era el ejército chino.
Sin embargo, algunos de los antiguos ejecutivos de Sugon decidieron formar una nueva empresa, llamada Nettrix, que en solo seis meses se convirtió en uno de los mayores fabricantes chinos de servidores con IA.
El problema radica en que, al ser una compañía tan nueva, Estados Unidos no tuvo la oportunidad de investigar y verificar sus antecedentes, lo que permitió a NVIDIA, Intel o Microsoft hacer negocios con la empresa sin violar ninguna prohibición, situación que se repite con otros negocios.
Estados Unidos cuenta con varios métodos de control. Uno de ellos es la «lista de entidades», creada durante la administración Clinton para impedir que sus adversarios desarrollen armas de destrucción masiva. Esta lista prohíbe a las empresas de los países incluidos exportar productos de origen estadounidense a menos que cuenten con una licencia.
Sin embargo, este método se ha vuelto obsoleto, ya que se aplica únicamente a un nombre o dirección específica de la empresa. Como resultado, en muchas ocasiones estas crean nuevas compañías o se trasladan a otra ubicación para seguir operando.
Otra forma en que Estados Unidos intenta combatir este problema es a través de la Fuerza de Ataque de Tecnología Disruptiva, que trabaja con la policía y la comunidad de inteligencia para evitar tanto el robo de tecnología como las redes de adquisición ilegal. No obstante, esta oficina cuenta con un presupuesto limitado, lo que facilita la continuidad de casos similares.
Por lo pronto hay algunas formas en que las compañías estadounidenses están vendiendo productos a China. Está el caso de NVIDIA, que desarrolló un chip específicamente para el país que sí es permitido, al ser menos potente que la versión americana.
China también tiene otros métodos para conseguir hardware. Uno de los casos más recientes es el de no comprar chips par IA, sino rentarlos, lo que le permite tener acceso a centros de datos como los de Microsoft y Google.
Xataka