Funcionarios rusos y ucranianos ofrecieron el martes versiones contradictorias sobre lo que pareció ser un ataque contra misiles de crucero rusos transportados por tren en la península de Crimea.
Un portavoz militar ucraniano indicó que Kiev estaba detrás de la explosión que se produjo a última hora del lunes y que, al parecer, destruyó varios misiles Kalibr cerca de la ciudad de Dzhankoi, en el norte de Crimea, aunque no se atribuyó directamente la responsabilidad.
Natalia Humeniuk, portavoz del mando operativo sur de Ucrania, describió el ataque como una señal para Rusia de que debe abandonar la península del mar Negro que arrebató ilegalmente a Ucrania en 2014.
En declaraciones a la televisión ucraniana, Humeniuk señaló la importancia de Dzhankoi como nodo ferroviario y dijo que “ahora mismo, el camino a seguir (para las fuerzas rusas en Crimea) está claro: tienen que salir por ferrocarril.”
El lunes, la agencia de inteligencia militar ucraniana hizo una vaga declaración en la que afirmó que varios misiles transportados por ferrocarril y destinados a ser lanzados desde submarinos habían sido destruidos, sin afirmar rotundamente que Ucrania fuera responsable o qué arma se había utilizado. Sin embargo, la agencia dio a entender que Kiev estaba detrás de la explosión, señalando que tales hechos fomentan “el proceso de desmilitarización de Rusia y prepara la península ucraniana de Crimea para su desocupación”.
Las autoridades instaladas por Moscú en Crimea ofrecieron el martes una versión diferente, afirmando que drones ucranianos atacaron instalaciones civiles en Dzhankoi.
Sergei Aksenov, el dirigente de Crimea nombrado por el Kremlin, dijo que el ataque dejó un civil herido, pero no causó “daños graves”.
Oleg Kryuchkov, asesor de Aksenov, rechazó las afirmaciones de Ucrania y dijo que los drones ucranianos habían atacado zonas residenciales y no las vías del tren. Igor Ivin, encargado del gobierno local de Dzhankoi, declaró que el ataque había dañado el tendido eléctrico, una casa particular, una tienda y un edificio universitario.
Informes no confirmados publicados a última hora del lunes en redes sociales afirmaban que las defensas antiaéreas rusas habían derribado varios drones sobre Crimea. Ninguna de las afirmaciones pudo ser verificada de forma independiente.
Durante la guerra han surgido informes de ataques contra bases militares rusas y otra infraestructura en Crimea, y Ucrania rara vez ha reivindicado explícitamente la autoría, pero ha celebrado los incidentes.
En agosto, fuertes explosiones sacudieron una base aérea rusa en el oeste de Crimea, y Ucrania declaró posteriormente que nueve aviones de combate habían sido destruidos. Imágenes satelitales mostraron que al menos siete aviones de combate habían sido destruidos y que otros probablemente habían resultado dañados. En un principio, funcionarios ucranianos se abstuvieron de atribuirse los hechos y se burlaron de la explicación rusa de que un fumador descuidado podría haber provocado el incendio y la explosión de munición en la base de Saki. El principal oficial militar ucraniano afirmó semanas después que él había ordenado los ataques.
Las autoridades designadas por Rusia también han informado anteriormente de repetidos ataques con drones ucranianos contra Crimea, la mayoría de ellos dirigidos contra el puerto de Sebastopol, que alberga una importante base naval rusa.
Estos incidentes en Crimea, así como los ataques con drones en territorio ruso lejos del frente de batalla, han puesto de manifiesto importantes puntos débiles en las defensas de Moscú y avergonzado al presidente ruso Vladímir Putin, que al parecer creía que la invasión de Ucrania sería rápida y sencilla.
En otros acontecimientos:
– El director de derechos humanos de Ucrania declaró que Kiev ha traído de vuelta a otros 15 niños ucranianos deportados por las fuerzas rusas desde el sur y el noreste del país, donde Moscú controlaba grandes franjas de territorio al principio de la guerra.
Dmytro Lubinets habló pocos días después de que la Corte Penal Internacional emitió una orden de detención contra Putin, acusándolo de responsabilidad personal en los secuestros de niños en Ucrania. Según el gobierno ucraniano, más de 16.000 menores fueron llevados por la fuerza a Rusia y a las zonas ocupadas por Rusia, que algunos fueron dados en adopción a familias rusas y que sólo 308 han sido repatriados hasta ahora.
– Varios civiles murieron o resultaron heridos después de que Rusia atacó con misiles una ciudad del este de Ucrania, dañando más de una decena de edificios, informó la emisora nacional ucraniana Suspilne. Una portavoz de la fiscalía regional, Anastasia Medvedeva, dijo a Suspilne que una pareja murió después de que un misil antiaéreo se estrelló contra su casa en Chasiv Yar, a poco más de 10 kilómetros (6 millas) al oeste de la asediada ciudad de Bájmut, mientras que otro residente había sido hospitalizado. El martes temprano, Andriy Yermak, principal asesor presidencial ucraniano, publicó fotos en Telegram de lo que dijo eran las consecuencias del ataque, mostrando importantes daños en un edificio de apartamentos.
– Aviones de guerra rusos que sobrevolaban el mar Negro dispararon misiles contra la ciudad portuaria de Odesa, aunque la mayoría de ellos fueron interceptados, informó el gobierno regional. Dijo que los restos causaron daños en edificios y heridos, pero no dio más detalles.
– El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, presidió el martes una reunión de funcionarios de alto rango de defensa y seguridad, enfocada en la coordinación de los suministros de armas y municiones para el ejército ucraniano, así como en la información de seguridad, señaló la oficina de prensa de Zelenskyy. La reunión se celebró un día después de que los países de la Unión Europea aprobaran un procedimiento acelerado destinado a suministrar a Kiev proyectiles de artillería muy necesarios para repeler a las fuerzas invasoras rusas, y el mismo día en que el Pentágono estadounidense anunció que aceleraría su entrega de tanques Abrams con el envío de un modelo reacondicionado que puede estar listo más rápido.
– La oficina presidencial ucraniana informó que al menos tres civiles murieron y otros 10 resultaron heridos por ataques rusos en las últimas 24 horas. Rusia disparó contra la ciudad meridional de Jersón y sus suburbios más de 60 veces en ese periodo, matando a una persona e hiriendo a otras siete en toda la provincia de Jersón.
En la región oriental de Donetsk, donde Rusia se empeña en rodear la ciudad de Bájmut ante la tenaz defensa ucraniana, continuaban los intensos combates. El gobernador local, Petro Kyrylenko, declaró a la televisión ucraniana que los ataques rusos de la víspera mataron a un civil e hirieron a otro. Kyrylenko añadió que otro civil murió y dos más sufrieron heridas en Avdiivka.
Las autoridades ucranianas han reportado la muerte de civiles en Bájmut casi a diario desde que Moscú comenzó a presionar para tomar la ciudad hace meses. De los 70.000 habitantes que había en Bájmut antes de la guerra, sólo quedan algunos miles, ya que gran parte del otrora orgulloso centro minero ha quedado reducido a escombros.
El líder de las fuerzas terrestres de Ucrania dijo que los defensores ucranianos de Bájmut siguen frustrando los intentos rusos de avanzar hacia el centro de la ciudad.
“La defensa de Bájmut continúa”, tuiteó el coronel general Oleksandr Syrskyi.
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