Tres personas perdieron la vida y cinco resultaron heridas el domingo en ataques llevados a cabo por las fuerzas militares rusas cerca de Jersón, en el sur de Ucrania, según ha informado la administración regional.
Los bombardeos de artillería se dirigieron hacia el pueblo de Burgunka, situado a unos 60 kilómetros al noreste de Jersón, cerca del río Dniepr, que delimita los territorios controlados por Ucrania y los ocupados por el ejército ruso.
La administración regional ha indicado que tres personas murieron en el lugar, incluyendo un padre, una madre y un tío, mientras que otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas, una abuela, un adulto, una niña y un niño.
Los disparos rusos contra la región de Jersón siguen siendo frecuentes desde la retirada de las tropas rusas de la ciudad principal del mismo nombre a mediados de noviembre.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso ha denunciado que Ucrania tiene planes para llevar a cabo un ataque de falsa bandera con material radiactivo antes de la 11.ª sesión especial de la ONU, con el objetivo de culpar a las Fuerzas Armadas rusas.
Se han transportado varios contenedores con materiales radiactivos sin supervisión aduanera desde un país europeo a una de las instalaciones nucleares bajo el control de Kiev para llevar a cabo este ataque.
En relación con este conflicto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha instado a los Estados miembros de la UE a proporcionar más armas y menos aplausos a Ucrania durante su discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
«Zelenski (presidente de Ucrania) y los ucranianos obtienen muchos aplausos y poca munición, esa es la paradoja. Necesitan menos aplausos y mejor suministro de armas», dijo Borrell, instando a los Estados miembros de la UE a actuar «rápidamente» para cubrir la escasez de munición.
El representante de la UE ha reclamado que se pase de las palabras a los hechos, ya que todos los líderes europeos han afirmado que Rusia no puede ganar la guerra y que Ucrania tiene que ganarla.
Borrell ha advertido que esta guerra representa un gran desafío para la seguridad de la UE y ha subrayado que la Unión Europea debe involucrarse más, demostrando que defiende valores universales y no solo valores que son aplicables cuando Ucrania es invadida.
Borrell ha resaltado que el reto a corto plazo para el bloque es aumentar y acelerar el apoyo militar a Ucrania, mientras que a medio plazo se debe trabajar en el aumento de la capacidad de la industria armamentista europea y prestar mayor atención a los países del Sur global.
Ha concluido recordando que las naciones africanas han expresado su escepticismo ante el apoyo que la UE ha brindado a Ucrania, por lo que el bloque debe demostrar que defiende valores universales.
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