El vasto e insondable espacio exterior sigue siendo una fuente inagotable de misterios para la humanidad. Sin embargo, los avances en el campo de la astronomía continúan revelando sorprendentes descubrimientos. Uno de los más recientes ha sido el hallazgo de un fenómeno que recuerda a un arcoíris en un lejano exoplaneta situado a más de 600 años luz de distancia.
El equipo de investigadores liderado por Olivier Demangeon, de la Universidad de Ginebra, hizo este descubrimiento gracias al telescopio espacial CHEOPS. El fenómeno fue observado en el exoplaneta WASP-76b, un cuerpo celeste que orbita alrededor de una estrella distante.
El peculiar fenómeno, que se asemeja a un círculo de colores que incluyen el morado, rosa, amarillo y azul, ha intrigado a la comunidad científica. ¿Podría ser este el primer arcoíris descubierto fuera de nuestro sistema solar?
Según las primeras hipótesis, el fenómeno podría ser una forma de arcoíris en el exoplaneta. Sin embargo, aún no se puede confirmar esta teoría. La denominada ‘gloria’, término utilizado para fenómenos similares al arcoíris, podría ser el resultado del reflejo de los rayos estelares sobre las nubes presentes en la atmósfera del planeta.
WASP-76b es un mundo extraordinariamente caliente, ubicado mucho más cerca de su estrella que Mercurio del Sol. Las temperaturas extremas hacen que las rocas en la superficie se derritan y se conviertan en una especie de lava, generando nubes compuestas en su mayoría por hierro fundido. Este singular entorno podría ser responsable de la formación de este misterioso fenómeno.
El descubrimiento de un fenómeno similar al arcoíris en un exoplaneta tan distante plantea interrogantes fascinantes sobre la naturaleza del universo y la posibilidad de encontrar fenómenos familiares en entornos cósmicos completamente diferentes. Aunque el exoplaneta WASP-76b puede ser inhóspito para los humanos, su estudio ofrece una ventana hacia la diversidad de mundos que existen más allá de nuestro sistema solar.