Debajo de un templo de la antigua ciudad de Taposiris Magna, al oeste de Alejandría, se encuentra un túnel de 1.305 metros de largo. El mismo permaneció oculto durante varios siglos hasta hace poco que fue descubierto por un equipo arqueológico egipcio-dominicano, según informó el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto en un comunicado. El objetivo de este túnel era llevar agua a miles de personas en su época de esplendor.
“Los antiguos constructores egipcios construyeron el túnel de 6,6 pies de altura (2 m) a una profundidad de unos 65 pies (20 m) bajo el suelo”, dijo Kathleen Martínez, arqueóloga dominicana de la Universidad de San Domingo y directora del equipo que descubrió el túnel, en un correo electrónico a Live Science.
“[Es] una réplica exacta del túnel de Eupalinos en Grecia, que está considerado como uno de los logros de ingeniería más importantes de la antigüedad”, dijo Martínez.
El túnel de Eupalinos, situado en Samos, una isla griega del Mar Egeo oriental, también transportaba agua.
El túnel data del periodo ptolemaico (304 a.C. a 30 a.C.), época en la que Egipto estaba gobernado por una dinastía de reyes descendientes de uno de los generales de Alejandro Magno.
Algunas partes del templo de Taposiris Magna están sumergidas bajo el agua y el recinto ha sufrido numerosos terremotos a lo largo de su existencia, lo que le ha causado grandes daños.
Al menos 23 terremotos azotaron la costa egipcia entre el año 320 y el 1303 d.C., lo que explicaría el derrumbe y la inmersión de parte del templo de Taposiris Magna.
Durante las excavaciones y la prospección arqueológica del túnel se encontraron varias vasijas y ollas de cerámica bajo el sedimento de barro, así como un bloque rectangular de piedra caliza. También se encontraron dos cabezas de alabastro cerca del templo, una de las cuales data del periodo ptolemaico.
Taposiris Magna, que significa “gran tumba de Osiris”, es una antigua ciudad fundada por el faraón Ptolomeo II entre el 280 y el 270 a.C. Después de que Alejandro Magno conquistara Egipto en el 332 a.C. y estableciera Alejandría, la ciudad de Taposiris Magna se convirtió en un centro para el festival religioso de Khoiak, el cual gira en torno a la leyenda del dios Osiris. Según las leyendas egipcias, Osiris fue asesinado por su hermano Seth, y revivió gracias a su hermana-esposa Isis, que concibió a su hijo Horus.
El templo de Taposiris Magna estaba dedicado a Osiris, al que rendían culto los dirigentes griegos en Egipto, que honraban las antiguas tradiciones.
Desde hace 14 años, la zona ha sido investigada para buscar la tumba de la reina Cleopatra, perdida hace tiempo. Kathleen Martínez cree que las excavaciones pueden conducir al hallazgo de la tumba largamente perdida de Cleopatra VII y su amante Marco Antonio.
La supuesta vinculación de la famosa reina del antiguo Egipto con el yacimiento lo ha llevado a los titulares internacionales, ya que cada pocos años se realizan nuevos e intrigantes hallazgos y documentales sobre el yacimiento.
Martínez dijo que en las excavaciones también se encontró una cabeza de estatua de Cleopatra, junto con 22 monedas con su imagen. Detrás del templo se descubrió una necrópolis que contenía muchas momias de estilo grecorromano enterradas con la cara vuelta hacia el templo.
Esto significa que es probable que el templo contuviera el enterramiento de una importante personalidad de la realeza, como Cleopatra.
Durante las excavaciones se han producido muchos descubrimientos notables: en 2010 se desenterró una enorme estatua de granito sin cabeza de un rey ptolemaico. El Dr. Zahi Hawass cree que probablemente perteneció a Ptolomeo IV y que estaba dedicada al dios Osiris, lo que subraya el vínculo entre el antiguo emplazamiento y el conocido dios egipcio de la antigüedad.
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